La asociación El Ensanche elige Coruñés del Año a Sánchez Salorio

Rodri García A CORUÑA/LA VOZ.

A CORUÑA

05 nov 2010 . Actualizado a las 13:20 h.

Un maestro de los ojos. Así definió ayer Gerardo Crespo, presidente de la asociación de vecinos El Ensanche, a Manuel Sánchez Salorio (A Coruña, 1929) que ha sido elegido por dicha entidad vecinal como Coruñés del Año.

«Estoy muy agradecido y sorprendido, porque en realidad yo soy un híbrido entre coruñés y compostelano, de hecho ahora mismo estoy hablando desde Compostela», afirmaba el galardonado en la tarde de ayer, mostrando su habitual vena irónica al apuntar: «No sé si esto les gustará por ahí». De todos modos, ya en serio, evocaba que «si la infancia es la patria del hombre, mi infancia transcurrió precisamente en esa zona, en el Ensanche».

Gerardo Crespo dio a conocer la concesión de la distinción en la mañana de ayer, destacando que el prestigioso oftalmólogo «lleva el nombre de A Coruña por todo el mundo». Crespo aludió asimismo a Salorio afirmando: «Es un sabio, un hombre de una gran cultura al que le gusta la filosofía». Otro aspecto del galardonado al que aludió Crespo fue a su habilidad para «saber compatibilizar la simpatía con la buena ciencia», aludiendo asimismo a los numerosos discípulos con los que cuenta en toda España.

La entrega de este galardón tendrá lugar el día 12 de diciembre, a las 20 horas, en la sede de la Fundación Caixa Galicia y «la hará la conselleira de Traballo, Beatriz Mato, que es la ganadora de la última edición», anunció Crespo.

Los antecesores

Precisamente a otros distinguidos por la entidad vecinal aludió Sánchez Salorio asegurando que este premio «es importante por los antecesores, los que ya están ahí», citando en primer lugar a Santiago Rey Fernández-Latorre, presidente y editor de La Voz de Galicia, así como a Francisco Vázquez, José Luis Méndez López, César Antonio Molina, José Luis Méndez Romeu y la mencionada Beatriz Mato.

«Me honro de estar en semejante compañía», afirmaba Sánchez Salorio, para luego ironizar de nuevo, esta vez sobre la conocida afirmación de Groucho Marx sobre formar parte de un club en el que lo admitieran, «cómo no me va a interesar estar ahí, no me han puesto la bola negra», aseguraba.

El oftalmólogo apuntaba la necesidad de «reflexionar un poco sobre esto de ser coruñés y desarrollar la vida en dos ciudades». Insistía en el orgullo de recibir un premio de El Ensanche porque «mi vida se desarrolló ahí, en la casa de Rubine y después en la calle Compostela, donde tenía la consulta». Puesto a recordar, aludió a la casa Salorio, «esa que está al lado del instituto Eusebio da Guarda», que pertenecía a la familia y en la que pasó su infancia. Detalla que ya no vive allí su familia y en la última reforma cuando la pintaron «la dejaron sin aquel color amarillo que tenía». Espacio y color vinculado a la infancia del director del Instituto Oftalmológico de Galicia, etapa en la que Compostela estuvo presente, puesto que en la calle del Ensanche que lleva ese nombre era donde tenía la clínica su padre, Manuel Sánchez Mosquera. La asistencia sanitaria era el uso del local desde 1920, según evocaba ayer Salorio, que luego volvía a ironizar con su geografía vital híbrida al apuntar que vive «en un lugar de A Zapateira, donde las obras las hace el Ayuntamiento de Arteixo y los impuestos los pagamos en A Coruña».