Crespo anuncia que, si es elegido, renunciará a todas sus responsabilidades en otros colectivos y que devolverá la soberanía al pleno, «porque no seré presidencialista»
10 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Gerardo Crespo fue el primero de los aspirantes a presidir la Cámara de Comercio que dio el paso de anunciar su candidatura. Desde hace semanas, está realizando un denodado esfuerzo con todos los miembros del pleno de la entidad cameral con el fin de recabar sus apoyos y exponerles su proyecto. «Tengo tanta confianza en los miembros del plenario que no voy a proponer ninguna comisión ejecutiva. Si salgo elegido, aceptaré el que quiera proponer el pleno, porque contamos con grandes emprendedores y personas preocupadas por el desarrollo de la ciudad y de sus iniciativas», cuenta. El pequeño comercio y la hostelería serán objeto de su actuación preferente. «No significa que vaya a olvidarme de las grandes empresas, que no pienso hacerlo, sino de ayudar a sectores que lo están pasando mal y que son claves para el crecimiento económico local», avanza Gerardo Crespo.
-¿Por qué se presenta?
-Porque todos los candidatos que veía como mejor preparados, como Antonio Fontenla, Antonio Couceiro, Antonio Abril o Roberto Tojeiro, me comunicaron personalmente que no iban a hacerlo. Y no es que yo me considere mejor preparado que los demás, pero entiendo que puedo dar un giro a la Cámara para conseguir una mayor sintonía con sus afiliados.
-¿Qué propone para ello?
-El legado de la directiva saliente es importantísimo pero es necesario un reimpulso y cambio; un cambio tranquilo. Quiero transmitir previsibilidad, que la gente sepa que no vamos a hacer aventuras, y diálogo con todos. Ya estoy hablando con los miembros del pleno, porque pienso hacerlo con todos, y me he encontrado con muchísimos apoyos. Y me da mucha esperanza que el voto sea secreto, porque va a permitir que los vocales voten libremente.
-¿Qué cambios plantea?
-El primero pasa por acercar la gestión a las personas y acabar con la percepción negativa de la Cámara. Si gano, dejará de ser una entidad presidencialista o «directorgeneralista». Devolveré la soberanía a los vocales e intentaré contar con todos ellos. Por supuesto que las grandes empresas tienen que estar en el comité ejecutivo: Inditex, Caixa Galicia, Begano, Gadisa, el Puerto..., pero también el resto de los sectores. Y debemos implicarnos todos, que los grandes ayuden a los pequeños a crecer y desarrollarse. El segundo eje de mi gestión irá encaminado a racionalizar el presupuesto. Pelearé porque cada euro gastado revierta directamente en los afiliados, en todos los afiliados, tanto en los grandes como en los pequeños.
-¿Puede hacer algo la Cámara para abandonar la recesión?
-Mi primer objetivo será ayudar a salir de la crisis a las empresas y autónomos. Solo se saldrá con más trabajo por parte de todos. También quiero llevar a cabo cambiar la imagen externa de la Cámara y, para ello, demostrar su utilidad a todo el empresariado. Ofrezco mi concepción social contrastada, mi capacidad de trabajo y gestión, también demostrada; y mi capacidad de implicar a todos los posibles en la labor de desarrollar un crecimiento en la zona. El fomento del espíritu emprendedor y la creación de empresas no pueden quedar a un lado. Es algo que se convierte en imprescindible como ayudar a abrir nuevos mercados para nuestras empresas. Quiero facilitar en todo lo posible su crecimiento y actividad. El comercio exterior, la exportación y la apertura de nuevos mercados serán una prioridad. Hasta el más pequeño puede abrir nuevos mercados y tendrá todo el apoyo de la Cámara.
-¿Ve factible que se pueda alcanzar una lista de consenso?
-Que haya varias listas no es malo. Demuestra que hay interés por la institución y seguro que cada uno tiene su modelo, pero el mío es claro: más divulgación, más cercanía a las necesidades reales de las empresas afiliadas y máximo rigor y austeridad, además de un entendimiento permanente con el resto de instituciones y administraciones para conseguir los mejores logros para la ciudad.