Las instalaciones ferroviarias albergan ahora restaurantes y centros sociales
19 abr 2010 . Actualizado a las 12:42 h.Hace años que el tren dejó de ser el gran protagonista en las estaciones de los ayuntamientos del área metropolitana coruñesa. Con el coche y el autobús como principales transportes de los viajeros, varios de estos edificios han pasado a albergar locales de hostelería que han cambiado el despacho de billetes por el de alimentos. Un ejemplo de esta transformación se encuentra en Uxes bajo un letrero que anuncia la antigua estación como restaurante Vagonetas. «Xa facía anos que os locais de Renfe estaban cedidos a asociación cultural Queiroa de Uxes para que os utilizase para practicar baile tradicional, pero cando construíron un novo centro social trasladáronse e quedou baleiro. Nese momento ocurríusenos montar un restaurante», explica Emilio Álvarez, que junto a Juan Añón transformaron una infraestructura que ahora se gestiona a través del organismo público ADIF. Hace dos años que estos dos arteixáns comenzaron una aventura para la que tuvieron que reunir los 360.000 euros que costó la reforma, además de abonar 600 euros mensuales en concepto de alquiler a ADIF.
La iniciativa de los arrendatarios sirvió para recuperar algunos de los elementos arquitectónicos originales de la estación de Uxes. «O noso restaurante está situado nas instalacións que antes eran o despacho de billetes, a sala de espera ou os baños, e na reforma conservamos e recuperamos elementos como os muros de pedra. A verdade é que o edificio chama moito a atención por fóra e por dentro», explica Emilio.
Aunque los viajeros son una rara avis en la actualidad en la estación de Uxes, las obras del AVE y del cercano polígono de Morás han insuflado vida comercial a un restaurante que se ha convertido en uno de los centros de reunión de sus trabajadores. «Aínda que para nós tamén son moi importantes os clientes da fin de semana, pois xa se sabe que os marxes de ganancia nos menús do día son moi escasos», argumenta Emilio.
Con estrella Michelín
Otro de los edificios ferroviarios que han sido recuperados gracias a la iniciativa hostelera es el restaurante La estación de Cambre, que recientemente ha asentado su fama culinaria con la concesión de la prestigiosa estrella de la guía Michelín. «Nuestra intención inicial pasaba por montar el restaurante en el centro de A Coruña, pero los locales que nos gustaban nos resultaban inaccesibles debido a su precio. Finalmente, descubrimos la estación de Cambre y decidimos apostar por lo que era un sitio diferente», explica Juan Crujeiras. Su prestigioso local ocupa 240 metros cuadrados de lo que antes era la cantina y el almacén de la estación. Unos 180.000 euros de reforma consiguieron el milagro de convertirlo en uno de los referentes de la restauración gallega, a pesar de la crisis. «Son tiempos de aguantar», concluye Crujeiras.