La Concejalía de Medio Ambiente está preparando una campaña genérica para fomentar entre los ciudadanos la separación de la basura en origen, es decir, en los domicilios de los coruñeses, así como el reciclaje de los residuos urbanos. Según anunció la edila Nieves Vázquez, la campaña podría estar lista en el plazo de dos meses, por lo que comenzará a aplicarse a principios de este verano.
Entre otros objetivos de esta iniciativa municipal destaca el de conseguir recuperar los niveles de participación ciudadana en el reciclaje de basura, ya que en los últimos años este índice bajó del 80%, uno de los mayores a nivel mundial, a un 65%, comparable al que tiene cualquier ciudad. Nieves Vázquez indicó que a pesar de ese descenso en estos últimos diez años, en A Coruña «se separa bien», pero también reconoció «que se puede hacer mejor». Por eso pidió a los ciudadanos «que hagan la separación de basura, porque todo el trabajo que hacen en sus casas se ve compensado en la planta de Nostián». Añadió que la campaña no solo estará dirigida a los más jóvenes, a través de actividades educativas en los colegios, sino también a la población adulta «para que se sensibilice sobre la necesidad de colaborar en un tema tan importante como el cuidado del medio ambiente».
En cuanto a la próxima publicación del plan de residuos de Galicia, la concejala aseguró que está «deseando» poder estudiar el nuevo documento y que está segura de que la planta de Nostián tendrá cabida en él, ya que «así lo ha dicho el secretario xeral de la Consellería de Medio Ambiente; estarán las tres que hay en este momento en Galicia: Nostián, Sogama y la planta de Lousame», aseguró. De todas formas, avanzó que será necesario «construir más», ya que Sogama «no puede tratar la mitad de los residuos que le llegan». También abogó por que todas las plantas de la comunidad autónoma trabajen de forma complementaria. Sobre si la participación de Nostián en el plan gallego de residuos podría cambiar las cifras actuales de Albada, que reclama una compensación económica al Ayuntamiento de 33 millones de euros por el traslado de los rechazos a un vertedero de Sobrado dos Monxes, reconoció que «evidentemente, los números serían otros».