Albada, la empresa que gestiona la planta de tratamiento de basura de Nostián, realizó hace más de un año una inversión de 12 millones de euros para construir nuevas instalaciones que, a día de hoy, están paralizadas. Esas obras se realizaron en virtud a un convenio firmado con Sogama para el intercambio de basura: de la planta de Cerceda llegaría materia orgánica para realizar compost, y de Nostián saldrían rechazos transformados en CDR, un combustible de alto valor calorífico, para la incineradora de Sogama. Sin embargo, nada de eso se ha producido y Albada tiene que enviar sus rechazos a un vertedero en Sobrado dos Monxes con el alto coste económico que ese traslado conlleva.
El Ayuntamiento confía en que esta situación se desbloquee pronto y, de hecho, la concejala de Medio Ambiente, Nieves Vázquez, aseguró ayer durante una visita guiada con los medios de comunicación por la planta coruñesa que el talante de la Xunta «ha cambiado» y que ahora «ven la urgencia» de que se ponga en marcha el convenio entre las dos plantas.
Sobre la posibilidad de rescatar la concesión que tiene Albada y sobre quién deberá pagar los 33 millones de euros que le ha costado a la empresa llevar los rechazos a Sobrado dos Monxes, la concejala explicó que los técnicos están estudiando el asunto y que, en todo caso, las cifras finales ni se acercarán a las dadas hasta ahora, sino que serán mucho menores. Dijo que «la documentación es complicada» y que, en todo caso, una inversión como la que hizo Albada en Nostián para crear la nueva planta de tratamiento y en Sogama para hacer una nave de recepción del CDR (12 millones de euros en total) «no puede estar parada», ya que genera un enorme sobrecoste.
La edila insistió en que «no es lógico tener parada durante un año (solo se puso en marcha para las pruebas de funcionamiento) una infraestructura de este tipo», ya no solo por razones de rentabilidad, sino también porque contribuirá a realizar un tratamiento de la basura mucho más eficaz. Durante la visita guiada por la planta coruñesa, su director-gerente, David García Armesto, indicó que en la nueva nave de Nostián se han invertido 10 millones de euros, con la incorporación de nuevas técnicas que permitirán la recuperación de los residuos inorgánicos (envases, voluminosos, plásticos...) de una forma más rápida y eficiente. Pero la gran novedad será que los rechazos resultantes del proceso de tratamiento y que no se pueden valorizar en la planta de Nostián, se podrán transformar en CDR, un combustible que es «una verdadera joya» para la incineradora de Sogama, según explicó Nieves Vázquez. De hecho, en Sogama ya está construida la nave de recepción (en la que se han invertido 2 millones de euros) a la espera de este CDR compactado y que no necesitará más tratamiento posterior.
La concejala destacó que la planta está preparada para recibir más basura de la que actualmente llega y que, por lo tanto, no es verdad que esté saturada. También afirmó que de los cuatro biodigestores con los que se produce el biogás, tres están en funcionamiento y el cuarto se podrá poner a punto en el momento en que sea necesario. El gerente de la planta aseguró también que los tres vasos de lixiviados ya están clausurados desde julio del 2007: uno está sellado y los otros dos pendientes de una autorización.
Estas cifras y datos son solo «una cortina de humo», según denunció ayer el portavoz del PP coruñés, Carlos Negreira. Aseguró que, en realidad, el gobierno local sigue sin contestar cuestiones como las supuestas irregularidades urbanísticas o las medidas que se tomarán ante la exigencia de la concesionaria de la compensación económica. Exigió de nuevo la creación de una auditoría económica y aseguró que en Nostián solo se recicla el 30% de la basura, y no el 50%.