El conflicto por el sobrecoste de la gestión de los residuos sólidos urbanos en la planta de Albada en Nostián tendrá que esperar una semana más para entrar en vías de solución. Aunque ninguna de las partes quiso ayer adelantar posiciones, los máximos responsables del Ayuntamiento y Urbaser mantuvieron a mediodía un encuentro para tratar de acercar posturas y dar salida a la situación, una vez que la firma que gestiona las instalaciones alertase de la frágil situación económica generada a raíz del incremento de gastos por el traslado de la basura al vertedero de Sobrado dos Monxes.
El alcalde, Javier Losada, y el presidente de Urbaser, Manuel Polanco, se dieron cita ayer en un almuerzo de contacto para tratar de desbloquear el conflicto, al que la firma que gestiona el tratamiento de los residuos ha puesto precio. La empresa matriz de Albada eleva a 33 millones de euros los gastos extras por la gestión de las basuras, cifra que incluye tanto el sobrecoste por la necesidad de trasladar los desechos a Sobrado como el pago de las adaptaciones tecnológicas para la planta de intercambio con Sogama.
Las expectativas de la empresa no coinciden con las cuentas que maneja el Ayuntamiento, ya que la propia concejala de Medio Ambiente, Nieves Vázquez, tildó la semana pasada de «disparatadas» las pretensiones de Albada a la hora de estimar el sobrecoste del servicio que presta Nostián. Sin embargo, el gobierno local no ha hecho pública aún su valoración y el propio alcalde eludió ayer por la mañana referirse a este extremo. Losada zanjó con un «yo me reúno con mucha gente a lo largo del día» cuando se le preguntó si tenía previsto algún encuentro con los representantes de Nostián. Evitó igualmente confirmar si el gobierno local tenía pensado hacer frente a la factura que presenta Nostián, aludiendo a que «ya lo ha explicado la teniente de alcalde de Medio Ambiente» y sobre la cuantía final, que la propia Nieves Vázquez aseguró no conocer la semana pasada, indicó; «Eso fue el jueves». En todo caso, el alcalde señaló que el peso de las negociaciones lo llevarán «los responsables de Medio Ambiente», tal y como, al parecer, acordó después con el responsable de Urbaser. La participación de los técnicos ayudará a fijar los datos para determinar no solo el procedimiento a seguir, que podría derivar en una modificación de la concesión, sino también la responsabilidad municipal.