Ramón Loureiro confiesa su pasión por las palabras al presentar su última novela, «León de Bretaña»

A CORUÑA

26 ene 2010 . Actualizado a las 12:12 h.

Las sirenas de la ría de Ferrol pierden su voz ante el estruendo del puente de As Pías arrollado por la plataforma Discoverer Enterprise . Es una de las fantásticas imágenes literarias del último libro de Ramón Loureiro, León de Bretaña (Edaf), presentado ayer en un abarrotado salón de actos de Ámbito Cultural, en El Corte Inglés. Si en la excelente novela de Loureiro un resucitado León de Bretaña trata de moverse entre un mundo de vivos, ayer fueron muchos los muertos invocados, desde Chesterton a Albert Camus, pasando por Pessoa o Álvaro Cunqueiro, al que tienen devoción cualquiera de los tres participantes en la presentación: Ramón Pernas, director de Ámbito Cultural; Segundo Leonardo Pérez, de la Real Academia de San Rosendo, y el propio escritor y periodista.

Evocó Leonardo Pérez a un Camus ansioso de una trascendencia que, según apuntó, se encuentra no solo en esta novela sino en la obra de Loureiro. León de Bretaña contiene, según indicó, «unha confesión de fe do autor nunha concepción da persoa aberta ao máis alá».

Ramón Loureiro confesó el esfuerzo que le supone escribir no solo esta novela sino también las anteriores, defendió el mismo rigor en la escritura para el periodismo que para la literatura y, como muestra de su pasión por las palabras, apuntó que «algo da miña sombra queda entre as páxinas deste León de Bretaña» en el que «ao mellor contei máis do que debería contar».