El Oceanográfico tiene la clave de la muerte del niño en la piscina del Liceo

A CORUÑA

17 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El próximo mes de marzo se cumplirá un año de la muerte del niño Diego Novo Anido en la piscina del colegio Liceo La Paz. Su fallecimiento motivó un proceso judicial que busca descifrar las incógnitas que rodearon el ahogamiento de este pequeño de cuatro años. Pero poco se avanzó desde entonces. La titular del Juzgado de Instrucción número 3 todavía aguarda algunos informes para poder decidir si hay responsables o no; y, en caso de que los hubiera, quiénes son. La magistrada aún no ha decidido si sobresee la causa, la tipifica como falta o estima que existió delito. Si es así, los que resulten condenados deberán responder con cárcel. Por el momento se le tomó declaración a los monitores que se encontraban aquella mañana en la piscina, así como a los miembros de los servicios sanitarios que lo atendieron y a los responsables del centro.

La familia del pequeño tiene claro que tanto la dirección del colegio como el personal encargado de la piscina y de los cursos de natación han de ser procesados por una grave negligencia. Eso no lo niega el abogado del centro académico, Antonio Platas. Reconoce que «sí la hubo», pero entendida «como un desgraciado descuido». No se puede negar, insiste, que «la trágica muerte se produjo por una lamentable y desafortunada inadvertencia cuando el crío se encontraba bajo la protección y cuidado del colegio». Ahora bien, el letrado también quiere acentuar el hecho de que todo el personal del colegio, especialmente los monitores que se encontraban en la piscina, «no cometieron ningún error ni actuaron con desidia, flaqueza o dejadez de sus funciones».

La actitud del centro con la familia del pequeño siempre ha sido cercana. De hecho, los propietarios del colegio rechazaron el abogado que le proporcionaba su compañía de seguros al entender que iría contra los intereses de los padres de Diego. Uno de los directores apuntó que luchará para que estos reciban la mayor indemnización posible.

En estos momentos, la jueza aguarda por el informe del centro Oceanográfico, que investigó las ondas de la piscina durante el intervalo de tiempo en que se cree que el crío cayó al agua. Es una prueba crucial para la familia del pequeño, que a través de su abogado, José luis Aranguren, sostiene que Diego permaneció más de diez minutos bajo el agua sin que nadie lo viera. Eso, al menos, es lo que se desprende, según la acusación particular, de la cámara que hay en la piscina del colegio.

La grabación, pese a no captar la zona de la piscina donde se hallaba el niño que se ahogó, ofrece importantes datos sobre lo que ocurrió en aquellas instalaciones entre las 10.20 y las 10.35 horas del 30 de marzo, momento en el que el menor, de 4 años, moría tras las clases de natación. El análisis de las imágenes confirma, según Aranguren, que el pequeño permaneció bajo el agua más de diez minutos, tiempo transcurrido entre la finalización de la clase y la entrada del siguiente grupo al recinto. Los investigadores llegaron a esta conclusión tras observar «decenas de veces» el vídeo.

Imágenes

Fuentes policiales reconocen que al principio tenían poca fe en que las imágenes aclarasen el suceso. Pero el hecho de que la superficie del agua de la piscina estuviese «completamente lisa, sin ondulación alguna» durante los diez minutos anteriores a que un empleado del centro se lanzase a rescatar al pequeño hizo pensar a la Policía Científica que el menor estuvo en el fondo durante todo ese tiempo. ¿Por qué? «Porque si en esos diez minutos previos al rescate se hubiese caído alguien o se hubiese producido algún movimiento en el agua, por pequeño que fuese, se producirían pequeñas ondulaciones en la piscina, captadas por la cámara». Como no las hubo, como no se sintió ninguna alteración en el agua entre la conclusión de la clase y el rescate, la acusación particular da como hecho seguro que Diego Novo «estuvo durante todo ese tiempo bajo el agua, en parada cardiorrespiratoria». Y eso lo ha de determinar el informe del Instituto Oceanográfico.