Solo una familia realojada tuvo problemas de adaptación en un piso

A CORUÑA

31 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El Ayuntamiento había prometido que el proceso de realojo de los chabolistas de Penamoa estaría concluido antes de que terminase el año y ayer la concejala de Servicios Sociales se presentó ante la prensa para decir que cumplió su palabra. No obstante, reconoció que hay 20 familias que continúan en el poblado y que en ningún caso serán realojadas. Tendrán que abandonar el asentamiento en los próximos seis meses por las buenas o por las malas.

La concejala Silvia Longueira explicó que de las 99 familias que estaban censadas en el poblado cuando se inició el proceso de realojo, 38 de ellas ya viven en una vivienda, la mayoría en régimen de alquiler; si bien la edila matizó que una de esas unidades familiares tuvieron un problema y Servicios Sociales se vio obligado a buscarles otro lugar. Explicó que el motivo no respondió a una falta de adaptación, sino «a otro tipo de trabas» que no quiso revelar.

La responsable de la política municipal de erradicación del chabolismo precisó que en estos momentos existen 15 familias en pleno proceso de realojo. Son casos que ya han pasado el trámite de aprobación de la comisión y si todavía no están en sus nuevas viviendas es porque el Ayuntamiento no les ha encontrado todavía una casa, asunto que es cuestión de días.

También hay otras 26 familias del poblado chabolista que se encuentran a la espera de que la comisión para el realojo trate sus casos. Para ello bastará con dos reuniones. En cuanto se produzca, el futuro de esas personas ya estará garantizado con una nueva vivienda.

¿Qué pasará con las 20 familias que no se integraron en el plan de realojo municipal y que continúan en el asentamiento? Longueira se limitó a explicar que es un asunto que tendrá que resolver la justicia. Se trata de personas que no reunían los requisitos o no quisieron integrarse en el proceso de realojo. Lo que tiene claro el gobierno local es que en seis meses tendrán que irse a otro lugar. Y no a uno cualquiera en el que puedan levantar una nueva chabola. La alcaldía ya ordenó a la Policía Local que a partir de ahora esté muy atenta y no permita la construcción de chamizos en ninguna zona del municipio.

Existen muchas posibilidades de que la expulsión de estos últimos chabolistas termine en una gran operación policial. Fuentes municipales asumen que recurrir a la fuerza va a ser la única salida al problema debido a la negativa de esas familias a abandonar el poblado por las buenas.

Por otra parte, Silvia Longueira, que estuvo acompañada por el presidente de la comisión de realojo, Fernando Márquez, anunció que todas las familias que tienen derecho a ayudas tendrán su vivienda en breve. Longueira puso como fecha límite el próximo mes de mayo.

Críticas al PP

La concejala también cargó contra la oposición, a la que conminó a desdecirse de sus palabras cuando criticaba la política de realojos. De Negreira dijo que solo sabe hacerse fotos con vecinos, sin aportar nada y criticándolo todo. Recordó al Partido Popular que el proceso está cerrado, tal y como se había anunciado en su día, cumpliendo los plazos y las ayudas prometidas.

Por su parte, la Asociación Pueblo Gitano de Galicia criticó con dureza la política de desmantelamiento del poblado de Penamoa. Su presidente, Sinaí Giménez, recordó que ya en su día, «cuando vimos que se nos impedía llevar a cabo nuestras propuestas, no tuvimos otro remedio que abandonar la comisión».

Pueblo Gitano

Sinaí critica que las reuniones de la comisión «no servían absolutamente de nada, pues todo estaba pactado de antemano». Afirma que su colectivo se opuso a muchos acuerdos «porque se vulneraban los derechos de los chabolistas», a los que se les «engañó», según el máximo responsable de esta asociación. Se queja de que muchas familias realojadas en régimen de alquiler desconocen que en dos años se les acabarán las ayudas. Entonces, surgirá un serio problema, «pues se trata de personas con escasos recursos que no van a poder hacer frente a la renta y se verán obligadas a abandonar esos pisos». Cree que a los realojados «no se les dijo toda la verdad» y que el plazo de subvención para el pago de los alquileres debería prolongarse hasta que las familias puedan costear todos los gastos que supone la vivienda. Eso se debe, según Sinaí Giménez, a que el Ayuntamiento practicó una política de realojo «agarrándose a lo más barato».

Ante esta situación, este colectivo llevará el asunto a la Fiscalía, «para que se investigue el proceso de desmantelamiento del poblado». Además, critica que a día de hoy hay muchas familias que «fueron obligadas a dejar sus chabolas y todavía no les dieron las viviendas que les habían prometido».