Alguien como Alejandro Sanz, que es capaz durante una rueda de prensa de entrar (y salir ileso, que es lo difícil) en las conexiones en directo de los magacines matinales de las Ana Rosa Quintana y Susanna Griso, y lo hace con destreza y les da puerta con la sonrisa en los labios, es que tiene ángel. Porque, aunque no se oían las preguntas, algo de novias había, y Sanz no concedió ni un milímetro. Es decir, vida privada no.
Por eso, el creador de La fuerza del corazón o El alma al aire , que es por donde van los tiros de este nuevo trabajo, se reivindicó como músico que es feliz haciendo canciones. El artista apeló a la sencillez para lanzar una perla envenenada a las discográficas: «Hubo un tiempo en el que los artistas le decíamos a las compañías que necesitábamos ir al Caribe para grabar? y se lo creían», remató a lo andaluz.
Pero ahora los derroteros del músico van por lo sencillo: «Está muy bien tener medios, pero yo me conformo con tener piano, guitarra, pedazo de papel y una grabadora», subrayó.
Y los fans van a estar encantados porque este Paraíso Express no tiene nada que ver con los cuasi fallidos No es lo mismo o El tren de los momentos , en los que se metió en berenjenales que no le correspondían. Ahora vuelve a lo antiguo, a recordar que lo que a él le gusta es Camarón y Paco de Lucía. Y parece que ya no vive deprisa.