Coke queda como el único imputado que sigue en prisión por el crimen de Aranga

A CORUÑA

07 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Cuando la Guardia Civil detuvo y condujo a una casa abandonada de Fonteculler a José Ramón Blanco Vila, alias Coke , para que les indicase el lugar en el que se hallaban los dos cuerpos desmembrados de dos vecinos de Muros, este ni abrió la boca. Los cadáveres aparecieron y con ellos las pruebas de que habían sido asesinados cinco meses antes en el domicilio de este fontanero, en una casa de Aranga.

Coke se acogió al derecho a no declarar a pesar de eso y de que uno de sus compinches, Alberto Souto ( Nocillas ), y la novia de este le contaron a la jueza que el autor del doble crimen fue Coke. Además, un joven apodado Vampi que el día del homicidio se encontraba accidentalmente en aquella casa reconocía que las únicas personas que allí había eran Blanco Vila, su esposa y el hijo de ambos de cuatro años de edad. Con todo en contra, a finales de julio decidió hablar. Para decir que él no tuvo nada que ver con el crimen, que el autor de las muertes había sido Nocillas, que aquella tarde de noviembre se acercó a su casa para acabar con los fallecidos, a los que habían citado para solucionar el pago de una deuda por drogas. En septiembre hubo un careo entre ambos, se insultaron ante la jueza de Betanzos y se culparon el uno al otro.

A esas alturas, Coke y Nocillas no eran los único imputados por el crimen. En la prisión de Teixeiro también estaban la esposa de Blanco Vila, la novia de Alberto Souto, Vampi y un matrimonio perteneciente a la banda de atracadores que habían formado y que desvalijaron varias casas el año pasado por toda la comarca coruñesa. La jueza los había imputado por el doble homicidio. Pero a medida que pasaban los días y aparecían nuevas pruebas, comenzaron a salir en libertad. Y a día de hoy, solo Coke continúa en la cárcel como supuesto autor de la muerte de los vecinos de Muros.

Versiones

La jueza no creyó su versión y sí la del resto. En estos momentos, a Blanco Vila, defendido por el letrado Jesús Lamelas, solo le queda una vía de escape. Esa oportunidad le llegará en una semana, cuando se vea de nuevo las caras con Vampi en un careo que se celebrará en el juzgado de Betanzos.

Vila sostuvo siempre que este joven estaba en su casa el día del crimen y que pudo ver a Nocillas cómo disparaba contra las víctimas. Y espera que de una vez lo diga ante la jueza. Pero Vampi nunca dijo eso. El chico mantuvo desde el primer día que había acudido a casa de Blanco Vila y que allí llegaron los fallecidos. Cuando se encontraba en otra habitación con la mujer de Coke y el niño de cuatro años escuchó en otra estancia, en la que estaban Coke y los vecinos de Muros, un alboroto, insultos y disparos. Preso del pánico, Vampi salió por la ventana junto a la mujer de Vila y el niño. Ahora falta por ver si este joven cambia esa versión o cuenta lo que quiere oír Coke, que el Nocillas también estaba allí.