Solidariedade Galega operará pies zambos en Nicaragua

A CORUÑA

Un grupo de sanitarios dedicará sus vacaciones ?a trabajar sin los avances del primer mundo

06 nov 2009 . Actualizado a las 11:56 h.

El domingo, de buena hora, Alvedro despedirá a una nueva expedición de la oenegé Solidariedade Galega, la número 38 de su presidente, Enrique Rodríguez, anestesista del Chuac y dirigente de la organización nacida de la inquietud de los profesionales sanitarios.

Con él viajarán Salvador Fojón, intensivista y especialista en medicina subacuática; Carmen Casavella, radióloga; César Delgado, ortopeda infantil, y un equipo de enfermeras y comadronas formado por Carmen Modia, Beatriz Seijas y Lourdes Bermello, que ya espera en destino. Todos dedican sus vacaciones a hacer lo que el resto del año, trabajar, pero para una población que de otra forma no tendría acceso a asistencia especializada y, desde luego, sin las comodidades y avances del denominado primer mundo. A pesar de que en el equipaje llevan medicación, instrumental e incluso placas y tornillos para operar, además de un electrocardiograma y material fungible, como gasas y vendas.

Volarán a Nicaragua, en concreto el departamento de Nueva Segovia, vieja conocida para el equipo, que en esta ocasión tratará de enderezar el caminar de muchos niños. «Aquí ya no se ven los pies zambos -explica Rodríguez-, esos pies deformados, hacia dentro, que no apoyan la planta, porque se diagnostican al nacer y se corrigen con férulas; pero allí no es así, y cuando pasan varios años, no queda más remedio que intervenir y hacer resecciones: son operaciones largas». Calculan que realizarán unas cuarenta cirugías.

Además, se aprovechará para realizar ecografías a los pacientes que lo necesiten, al tiempo que se adiestrará al personal médico local sobre el empleo de una técnica diagnóstica común en el embarazo en Europa, pero para nada frecuente en las regiones más deprimidas al otro lado del Atlántico.

El control del embarazo y la educación sexual serán también punto de atención de la expedición coruñesa, que tratará de ofrecer información sobre materias no tan conocidas como pudiera parecer. Y tendrán tiempo, incluso, de desplazarse a Puerto Cabezas -hace dos años el huracán Félix casi la barrió del mapa- a colaborar en la formación para el uso de la cámara hiperbárica que permitirá reducir los accidentes de los pescadores que bucean para comer.

Y todo eso, en algo menos de tres semanas, veinte días, de vacaciones.