Al Fatah y Hamás dan el primer paso para firmar la reconciliación

Ánxela Iglesias

A CORUÑA

15 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El primer paso para resolver la crisis interna que viven Cisjordania y Gaza desde la crisis del 2007 -con Al Fatah gobernando la primera y Hamás, la segunda- se dio ayer con la aceptación de un acuerdo de reconciliación. El anuncio llegó mientras en el Consejo de Seguridad de la ONU se abordaba el informe Goldstone sobre crímenes de guerra en Gaza, que ha agravado las tensiones internas en las últimas semanas.

El partido del presidente Mahmud Abás ya ha firmado la propuesta egipcia de reconciliación. Ahora se espera la signatura de los islamistas de Hamás para sellar el acuerdo en una ceremonia en El Cairo. Si esta condición se cumple, se abriría el paso a la convocatoria de elecciones legislativas y presidenciales, pendientes desde principios de año.

«Hemos aceptado la propuesta egipcia, Al Fatah no quiere poner ningún obstáculo en el camino hacia una reconciliación nacional. Quien no responda positivamente a esos esfuerzos será considerado responsable», apuntó Mohamed Dahlan en nombre de su partido.

Una advertencia dirigida hacia Hamás, el partido que controla Gaza de facto, y una prueba de que las principales fuerzas están aún lejos de entenderse. En Ramala, representantes de Al Fatah ponían en duda ayer la voluntad de los islamistas de cumplir las condiciones del pacto. Entre ellas destaca la creación de un comité nacional conjunto, encargado de ejecutar el pacto de unidad, pero sin obligaciones políticas.

La división

Una fórmula complicada para una situación delicada como la de los territorios ocupados desde los comicios del 2006, cuando Hamás ganó las elecciones parlamentarias, y agravada un año más tarde, cuando la facción islamista tomó el poder de Gaza por la fuerza. Desde entonces, Gaza y Cisjordania no solo están separados geográficamente, sino que tienen Gobiernos que no se reconocen y que se ven envueltos en periódicos enfrentamientos y acusaciones.

La última de ellas ha sido dirigida por Hamás contra Abás, al que acusan de traicionar a su pueblo. Siguiendo las órdenes del presidente, los representantes palestinos en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aceptaron hace dos semanas el retraso de la votación de la investigación sobre la ofensiva en Gaza. El informe, dirigido por el juez Richard Goldstone, acusa a Israel y a Hamás de crímenes de guerra. La polémica en torno al informe llevó a Hamás a pedir hace unos días el retraso en la firma de la reconciliación.

La presión de EE.?UU. estuvo probablemente detrás de la decisión de Abás, cuya credibilidad cayó en picado desde entonces. En un intento por recuperar parte del apoyo popular, el presidente respaldó ayer el debate en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre el informe Goldstone. Una sesión que dejó patente que ese texto complica aún más la reanudación del proceso de paz. Ayer, la embajadora de Israel ante la ONU, Gabriela Shalev, afirmó que mientras esté sobre la mesa no se reanudarán las negociaciones.