Laura Pardo está diplomada en logopedia y se ha especializado en atención infantil.
-¿La gente tiene tantos problemas para hablar en el día a día como para que sea necesaria la intervención de un especialista?
-La gente tiene problemas de voz y, en muchos casos, desconocen de la existencia del profesional. A día de hoy, cada vez hay más personas porque la vida es más apresurada y hay más tecnología; el lenguaje se deja un poco de lado. En vez de quedar para hablar o llamar por teléfono, se recurre a un mensaje de móvil, y esto supone un problema.
-¿Qué problemas son los más habituales?
-Yo me dedico a logopedia infantil y encuentro niños con problemas en el habla que vienen acompañados por problemas de conducta. Normalmente, no se encuentran muchos niños con problemas de articulación.
-¿Podíamos decir que es psicológico?
-Sí. Una parte siempre viene asociada al hecho de acatar normas.
-¿A qué edad suele manifestar el niño con mayor claridad los problemas?
-A partir de los tres años. Si los padres ven que el niño no sigue el ritmo psicomotriz o de lenguaje, deberían empezar a preocuparse.
-¿Qué repercusiones reales podría tener la mala pronunciación en el futuro del niño?
-Un problema es que supone una frustración para el niño, que se siente impotente de no poder contar las cosas y a veces reacciona de manera agresiva. Otro puede ser el retraimiento por que el resto piensen mal; tengo un caso en que un niño no quiere jugar con el amigo -que tiene problemas psicomotrices- porque dice que se contagia.