Tres alumnos del IES Castro de Baroncelli de Verín conquistaron el décimo primer Premio Luis Freire de Investigación Científica para escolares con un trabajo que muestra qué tipo de madera ofrece mayor rendimiento a la hora de aprovecharla como combustible. De los 23 tipos de madera analizada, llegaron a la conclusión de que el castaño, el cedro y el ameneiro eran lo que más calor producían. El jurado destacó como valores principales de su trabajo el rigor y el ejercicio del método científico en el diseño y la realización del experimento.
La entrega de premios se realizó ayer en la Domus y las ganadoras fueron Tania Alonso Campos, Laura Pardo Pérez y David Ginzo Manso. El segundo premio fue para el trabajo que lleva por título ¿Cal é a temperatura á que cantan os grilos? , presentado por Ángel Lago, Brais Rúa, David Rodríguez y Alejandro Solla, del IES As Barxas de Moaña.
El tercer premio fue para el trabajo ¿Qué numero de pás optimizan o rendemento dos aeroxenadores? , presentado por José M. Bahamonde, José M. Francisco Alonso, José L. Basalo y Stefan Álvarez, del IES Castro de Baroncelli de Verín. Del mismo centro son Vania C. Gonçalves, Sonia Villar, Loli Sanmiguel y María Queija, que presentaron el trabajo ¿Qué combinación de sustancias depura mellor a auga? . El quinto premio lo ganaron Gustavo J, Guerrero y Marcos Iglesias, del IES Sar de Santiago por el proyecto Popeye, algas mellor que espinacas .
Jurado
El jurado de esta edición de los premios estuvo presidido por el director de los museos científicos coruñeses, Xosé Antón Fraga, y de él formaron parte además los profesores Xosé Manuel Tato, Moisés Canle y Óscar García, así como el jefe de relaciones externas de El Corte Inglés, José Manuel Blanco, y el vicepresidente de la Asociación de Amigos de la Casa de las Ciencias, Julio Casal.
Los jóvenes ganadores del premio realizarán un viaje al parque natural Arribes del Duero, situado en las orillas del río.
El premio Luis Freire de Investigación Científica para Escolares, dirigido a estudiantes de educación secundaria de Galicia, fue instaurado por los museos científicos coruñeses para promover entre los estudiantes gallegos valores como la creatividad y la imaginación científicas, la constancia y el espíritu crítico, según la organización.