Los constructores detectan muchos proyectos parados y promotores que dejan la actividad

La Voz

A CORUÑA

31 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La ministra de vivienda, Beatriz Corredor, decía esta semana que hay indicadores positivos para la construcción y que «estamos al final de lo peor». Según la directora del Colegio de Aparejadores de A Coruña, Ana Castro, el sector «ha remontado algo» durante el primer trimestre del año, pero la situación sigue siendo crítica. El número de visados concedidos para viviendas en el municipio de A Coruña pasó de 80 en enero de este año a 334 en febrero. Castro reconoce que lo que se están visando son, sobre todo, viviendas unifamiliares.

«En promoción y edificación yo no acabo de ver los famosos brotes verdes», afirma el representante de los constructores coruñeses. Antón Arias reconoce la existencia de obras paralizadas a día de hoy en la ciudad. Una de ellas es la que promueve Teconsa en el barrio coruñés de San José. A la altura del número 306 de la avenida de Finisterre se levanta una mole en construcción donde no hay ni rastro de operarios y máquinas. Hace unos meses, personas que trabajaban para la citada obra protagonizaron manifestaciones para lograr que les pagaran.

A su lado hay otra edificación de la misma compañía que está prácticamente terminada. Según Antón Arias, había «un número importante de proyectos visados que han quedado en el limbo a la espera de ver cómo evoluciona el mercado. Las promociones que estaban en marcha se ha intentado terminarlas. Las que se iban a iniciar, no se han comenzado siquiera. En algunos casos se ha parado la obra por inviabilidad del promotor».

Pero también habla de las empresas que han quebrado. «Ha habido varios casos con nombre propio en el sector. Aparte de la inmobiliaria Martinsa-Fadesa, hay mucho pequeño promotor que ha dejado la actividad», reconoce Arias.

Como anécdota, resulta curioso pasear estos días por el Cantón coruñés y ver como la que fue sede de la inmobiliaria Martinsa-Fadesa tiene ahora un cartel con las palabras «Se alquila» impresas en el cristal.