García Iglesias será designado hoy nuevo director gerente del Chuac

A CORUÑA

07 may 2009 . Actualizado a las 14:05 h.

El consello de la Xunta de hoy notificará el cese oficial del actual director gerente del Complejo Hospitalario Universitario A Coruña (Chuac), José García Buitrón, y su relevo por Alfredo García Iglesias, que hasta la fecha era el jefe del servicio de Farmacia del hospital Arquitecto Marcide, de Ferrol. El elegido había llegado a sonar en algunos círculos como posible conselleiro de Sanidade tras la victoria de Alberto Núñez Feijoo, aunque la seleccionada fue la coruñesa Pilar Farjas, que ahora ha recurrido a él para afrontar uno de los grandes desafíos de su gestión, la ejecución completa del plan director del centro hospitalario coruñés.

García Iglesias (Santiago, 10-7-1948) está considerado como uno de los grandes especialistas en el área de sanidad del Partido Popular y está estrechamente vinculado con el anterior presidente provincial de esta formación, Juan Juncal, al que acompañó en el puesto 25 de las pasadas elecciones municipales.

El que será designado hoy como nuevo responsable del Chuac tampoco es ajeno a la responsabilidad en la dirección de un gran centro hospitalario, ya que ha participado en la gestión del hospital Arquitecto Marcide, de Ferrol, así como en el de Pontevedra y en el Puerta de Hierro de Madrid.

Otros cargos

Además, también fue director xeral de Asistencia Sanitaria del Servicio Galego de Saúde en el que fue el último gabinete de Manuel Fraga, donde fue designado para esa responsabilidad por el entonces conselleiro del área, José Manuel González, y donde cesó en el 2005, para ser sustituido por Pablo Vaamonde.

García Iglesias tiene su plaza fija en el hospital Arquitecto Marcide, como jefe de servicio del área de Farmacia, y allí se reincorporó para seguir con su carrera profesional, que inició durante su paso por el Ejército, donde completó su formación en la especialidad farmacéutica.

Dicen de él que es una persona discreta, que le gusta pasar desapercibida y que huye de los focos mediáticos. También hay quien apunta en su debe una «escasa cintura» a la hora de negociar algunos temas, aunque siempre apuesta por relaciones directas con los trabajadores y servicios bajo su mando.