Mientras el presidente Zardari se encontraba en Washington, el Ejército de Pakistán lanzó una ofensiva contra los talibanes en el valle de Swat que ha provocado un éxodo de más de 40.000 civiles, según cálculos de la ONU. La semana pasada ya habían salido del valle 50.000 habitantes huyendo de la ley islámica implantada por los integristas. El Gobierno calcula que habrá medio millón de desplazados hasta el fin de los combates.
El mando militar aseguró haber causado al menos 57 bajas entre los talibanesy también hay bajas civiles.
La operación militar parece ser el preludio de la ruptura formal de la tregua en la zona. El portavoz insurgente Muslim Khan, declaró que «el Ejército ya ha empezado una operación en Swat, hay helicópteros atacando y aviones no tripulados sobrevolando el valle». «Para nosotros, el acuerdo de paz está muerto», proclamó.