El supuesto descuartizador de Aranga dice que asaltó una casa porque lo coaccionó su delator

A CORUÑA

05 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

José Ramón Blanco Vila, alias Coke, el supuesto autor del crimen de Aranga, habló ayer por primera vez. Para intentar convencer a la jueza de que participó en el asalto a una casa porque se sintió coaccionado por Alberto, el Nocillas, precisamente la persona que lo delató por el doble asesinato de los vecinos de Muros. Coke, asistido por el letrado Jesús Lamelas, sostuvo ante la titular del Juzgado de Instrucción número 2 que acudió a ese domicilio «para ver que pasaba» y que el hombre que lo traicionó le mostró un arma y por eso se vio obligado a entrar en la vivienda. Se refiere a un robo cometido en una casa de Tabeaio (Carral) el pasado 21 de marzo, de donde se llevaron joyas y objetos por valor de 15.000 euros.

La que sí volvió a reconocer su participación en esos hechos fue Belén F.?P., la que era novia del Nocillas. Fue ella la que puso a la banda sobre la pista de esa vivienda. Les contó a Alberto, a Coke, a Luis y a Toni como era por dentro, pues tiempo atrás había trabajado para su dueño cuidando a sus padres, ya mayores. Lo que terminó por convencer a la cuadrilla para que procedieran al asalto fueron sus sospechas de que en su interior podría haber una caja fuerte en la que el propietario, que tiene dos gasolineras y un restaurante, guardaría las recaudaciones.

Tanto Alberto como su novia Belén, acompañados por Coke, se personaron en la casa, según reconocieron. Que los hombres entraron y la mujer se quedó vigilando, circulando con una furgoneta por los alrededores manteniendo contacto a través de un móvil con los que estaban dentro. En un momento dado, Nocillas y Keko transmiten a Belén que ya dieron con «la maría» (así se refieren los delincuentes a la caja fuerte), que era muy grande y que no podían con ella; no en vano pesaba 300 kilos (con unas dimensiones de 60 x 60 x 60). Necesitaban ayuda y la chica llamó a Luis. Pero este estaba durmiendo y parecía no tener muchas ganas de levantarse. Así que pidieron ayuda a Toni y a Mónica, el matrimonio de Orro (Culleredo) del que la Guardia Civil sospecha que participó en el descuartizamiento y traslado de los cuerpos. Estos dos aseguraron ayer que nada tuvieron que ver en el robo, que nunca acudieron a casa alguna de Tabeaio. No obstante, en unas escuchas telefónicas se deduce, según fuentes de la investigación, que sí participaron en el robo.

Pinchazos

No solo por el pinchazo telefónico. Belén también los involucró en su declaración. De hecho, manifestó que acudió a Altamira a buscar a Toni y a Mónica para indicarles dónde estaba la casa de la que debían coger la caja fuerte y cargarla en la furgoneta. Toni, armado con una pistola, Coke y Nocillas no pudieron con ella. Desistieron. Pero se llevaron todos los objetos de valor que había en la vivienda. Incluso unos calzoncillos y un pantalón. Para Alberto, en aquellos momentos, no había nada de más valor que esas prendas. Según Belén, su novio «se cagó», tal vez por los nervios, y tuvo que tomar prestada la ropa, con la que desapareció.