El esperado apeadero de Elviña solo lo utilizan una media de 18 pasajeros

M. C. A CORUÑA

A CORUÑA

La construcción de esta estación en el campus se hizo realidad tras más de una década de peticiones por parte de los colectivos de estudiantes, pero ahora su uso es mínimo

09 feb 2009 . Actualizado a las 12:19 h.

Fue una de las grandes peticiones de la comunidad universitaria durante mucho tiempo, apoyada también por el BNG cuando estaba en las filas de la oposición en el gobierno municipal. Las obras del apeadero de tren ubicado en el campus de Elviña comenzaron con diez años de retraso y, aunque su remate estaba previsto para el 2003, la infraestructura todavía tendría que aguardar hasta el 2004 para ser inaugurada. Los defensores de la idea decían que el tren sería una alternativa para el transporte particular, lo que contribuiría a descongestionar Alfonso Molina, uno de los principales accesos al campus en una época en la que todavía no estaba abierta la avenida de la Universidad. Entonces, la población estudiantil era aún de 12.000 estudiantes, pero hoy cuando se ha incrementado ya a más de 18.000, el apeadero es utilizado por una media diaria de unas 18 personas.

La nueva estación ponía en bandeja a los alumnos y profesores de las facultades ubicadas en esa zona una nueva fórmula para paliar el deficiente servicio de transporte público existente para llegar a la ciudad de una forma rápida, pero parece que todavía no se ha popularizado.

Para darlo a conocer, Renfe había lanzado una oferta. Hasta había pensado en la opción de habilitar un servicio específico al campus, más allá de las líneas convencionales con parada allí, en caso de que el tren multiplicara los viajeros para ese punto.

Pero eso no se llegó a poner en marcha porque el uso no fue el esperado. Basta con acercarse hasta el apeadero para comprobar como las pintadas decoran las paredes y como la mayor parte del día permanece totalmente solitario. En el 2008, según los datos que maneja Renfe, subieron 2.708 viajeros en esta pequeña estación. Los que bajaron fueron pocos más, 3.013. Los datos indican poca utilización, pero suficiente a los ojos de Renfe. «La ocupación es constante», explica la empresa.

Líneas

Ahí paran los coches que hacen la línea entre Ferrol y A Coruña y viceversa. Desde la primera de esas ciudades cubren la ruta seis trenes al día, aunque la parada solo es obligatoria en dos de ellos. El que parte a las 9.15 horas y llega a las 10.17, junto con el que tiene como hora de partida las 17.10 y llegada a las 18.22 horas. El resto hacen stop únicamente cuando tienen pasajeros que recoger o que apear. Para hacer el trayecto en sentido contrario hay también ocho conexiones, dos obligatorias. Pero en ese apeadero también hace paradas el tren procedente de Monforte, lo que aumenta el radio de acción de la línea. La ruta A Coruña-Ferrol ya tenía en el momento de la puesta en marcha del apeadero servicio para O Burgo, Cambre, Cecebre, Betanzos, Miño, Perbes, Pontedeume, Cabana, Franza, Barallobre, Perlío y Neda. La que une A Coruña y Monforte para también en O Burgo, Cambre, Cecebre, Betanzos, Cesuras, Piñoi, Curtis, Teixeiro, Guitiriz, Parga, Baamonde, Begonte, Rábade, Lugo y Sarria, entre otros.

La pregunta ahora es por qué un servicio pedido con reiteración por los estudiantes no tiene la contestación aguardada.