Nuevas estrategias para promocionar la ciudad

Por Laureano López

A CORUÑA

02 feb 2009 . Actualizado a las 12:48 h.

A Miguel Servet lo quemaron en la hoguera el 27 de octubre de 1553 por plantear su entonces increíble teoría de la circulación de la sangre. Hoy, hubiera recibido el premio Nobel. Fue un adelantado a su tiempo. Los responsables de turismo que estos días promocionan A Coruña en Fitur, una de las ferias más prestigiosas del mundo en el sector, son nuestros Miguel Servet del siglo XXI. Ahora nadie los entiende, pero transcurrirá el tiempo, nacerán y desaparecerán partidos políticos, y en la memoria quedarán sus revolucionarios planteamientos. Algún día se les hará justicia. Sus estrategias de márketing serán incluidas en los manuales profesionales ad hoc.

Pocas veces se habló tanto de A Coruña en Madrid como el pasado jueves. Rubén Lois, director xeral de Turismo de la Xunta -uno de los máximos responsables del ramo en la comunidad- anunció su defensa de Alvedro como aeropuerto urbano. Para que lo entiendan: menos horas de operaciones y frenazo a la ampliación de la pista. La estrategia es simple, pero eficaz: atacas a una infraestructura vital para la economía, el turismo y el progreso social de Galicia y consigues que hasta las azafatas del stand de Tokyo o los turoperadores de Papúa Nueva Guinea sientan curiosidad por descubrir nuestra tierra.

Lo cierto es que Rubén Lois tenía una cuenta pendiente con la ciudad. En una reciente entrevista concedida a La Voz ya dio pistas sobre su nueva estrategia de promoción turística. «Hai que facer ruido para saír no mapa», decía, para, a continuación, repasar los lugares con los que la Xunta ha decidido volcarse: Santiago y las Rías Baixas, sin dejar de lado «Ribeira Sacra, Ourense Termal, a Mariña lucense y la Costa da Morte». En su recorrido mental no entró A Coruña, que este año aspira a conquistar el título de patrimonio mundial para la torre de Hércules. Por fortuna, el director xeral ha sabido rectificar a tiempo, y a lo grande.

No es la única buena nueva del último viaje turístico a Fitur. Entre los miles de actos que se celebraron en el Ifema madrileño, donde hubo representación de 170 países y comunidades, brilló con luz propia una guía turística sobre A Coruña presentada por el Ayuntamiento. En ella se invita al turista a visitar la ciudad la noche del 23 de julio (sic), coincidiendo, presuntamente, con la fiesta del San Juan coruñés, la única, por cierto, de interés turístico nacional por estos lares. Si el visitante decide pernoctar dos noches, frustrado porque el 23 de julio no se encontrará más fogata que la de alguna churrascada, puede aprovechar para contemplar las estrellas desde el planetario del monte de San Pedro! A los turistas les resultará extraña esta guía que no guía, pero los coleccionistas de todo el mundo se darán puñetazos por ella. A juzgar por los precedentes -uno de los sellos más caros del planeta es la Jenny al revés, impresión fallida de una estampilla aérea norteamericana de 1918- puede ser una promoción turística espectacular y, suponemos, de bajo coste. Vale, sí, dos erratas las mete cualquiera, pero...

En 1934, Álvaro Cebreiro pintó un magnífico cartel promocional de la ciudad con la leyenda «La Coruña, el mejor clima de España». A pesar de Hortensia y Klaus, no mentía. Siguiendo la estela de Cebreiro, los responsables de turismo se han propuesto romper moldes. Se les fue la mano, pues Rubén Lois no podrá frenar el despegue de Alvedro y la guía coruñesa tendrá como destino casi seguro la hoguera. Pero el que no se la juega, como hizo Miguel Servet cuando fue asado en la parrilla hace ya 556 años, no aparece ni en los libros de Historia... ni en las antologías del disparate.