Una sirena holandesa en la playa de Oza

Maruja Campoviejo redac@lavoz.es

A CORUÑA

27 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La modelo que vino del frío... a pasar frío. La elaboración de un catálogo de moda en el que participa alguna firma gallega trajo hasta la ciudad la semana pasada a una de las top models más importantes del momento. Es la holandesa Nicole Witte, un ángel que se transformó en sirena en la costa coruñesa por obra y gracia del fotógrafo Xulio Correa, que la convirtió además en tripulante o capitana de uno de los barcos atracados en el muelle de Oza. Ahí la tienen, posando como si las bajas temperaturas no hiciesen mella en su fino talle. Y es que de donde viene el invierno es más crudo que aquí y seguro que estará acostumbrada al frío. Pero aun así no creo que el recuerdo que se lleve de la ciudad sea precisamente cálido.

En Cuatro Caminos ayer se podía ver una inmensa hilera de gente esperando para ser atendidos en La Favorita. Es algo que es ya parte del paisaje navideño, pero este año la gente se ha dado más prisa de lo habitual por cobrar lo ganado en el sorteo del día 22. «Al día siguiente ya teníamos cola para cobrar, pero la mayoría viene después del 25», asegura Mary García, encargada de esta administración. Pero las colas de ayer eran de campeonato: «Se ha juntado la gente que viene a por la lotería del Niño, con los que vienen a por lo que les ha tocado, que aprovechan también para llevarse algún décimo para el día 6». Todavía es pronto para decir si las ventas superarán a las del año pasado, pero las expectativas son buenas. «Reyes tiene aquí tanta tradición como el sorteo de Navidad», asegura Mary. Mismas perspectivas tienen en otras administraciones, como en La Barca de Oro. La Fama es gratis en San Diego. En la popular serie de televisión aseguraban que costaba y que había que pagarla con sudor. Pero este lunes, en el polideportivo de San Diego, la fama estará al alcance de todos. Este será el escenario de una clase magistral de unos aventajados alumnos de la televisiva academia de baile. Kiko, Marisa y Tatiana, concursantes de la edición de Fama, a bailar del pasado año. Harán una exhibición a partir de las 20 horas, acompañados por Gregory Campillo, bailarín de Un paso adelante y Operación Triunfo. «Para el programa deportivo de Navidad del Ayuntamiento buscamos algo que funcionase como reclamo, y ahora lo que se lleva es el baile, así que nos traemos a los de Fama», explica la directora del centro, Victoria Lago.

Hay que felicitar a tres bomberos coruñeses que se han hecho con el campeonato de Galicia de Raid, una exigente disciplina deportiva solo al alcance de tipos muy preparados. Ese parece claro que es el caso de Francisco Varela, Miguel Ángel Catoira y Rubén Prado, componentes de equipo B-5 Vodafone: «Son seis pruebas que se desarrollan en diversos puntos de Galicia durante el año, y que dura, cada una, entre ocho y diez horas», explica Marcos Varela, capitán del equipo. Estas pruebas constan de ejercicios de trekking, canoa y bici de montaña, pero, lo más importante, es que lo hacen en medio de un monte que no conocen, sin más ayuda que un mapa y una brújula: «Es la categoría aventura, en la que la orientación es lo más importante, a parte de la forma física, claro», aclara el capitán que se muestra muy agradecido a la jefatura del parque de Bomberos de A Coruña por el apoyo prestado. El siguiente reto, en el que ya están metidos de lleno, es el campeonato de España. Los bomberos tienen tirón, y ya han logrado vender mil ejemplares de su calendario, cuya recaudación se destina a una oenegé y a sufragar sus olimpiadas en Canadá.

Ayer abandonó el muelle Calvo Sotelo el Flying Buzzard, después de estar atracado allí una semana. Se trata de un viejo remolcador inglés con una curiosa historia. Este barco de 1951 fue adquirido por la pareja Julie Jessop y Mike Nelder cuando estaba a punto de ser enviado al desguace. Lo cogieron, lo repararon, y dejaron sus empleos -Julie era profesora en Cambridge- para emprender una aventura: cruzar el Atlántico, atravesar el canal de Panamá y bordear Norteamérica hasta Canadá, por el Pacífico. Esta gesta transoceánica, siempre a bordo del remolcador que han convertido en su hogar, les ha llevado a recalar en A Coruña, de donde partieron rumbo a Canarias.