El ministerio de deportes, una vieja aspiración de la mayoría de las federaciones, será una realidad en España en la presente legislatura. Así lo prometió, al menos, José Luis Rodríguez Zapatero en respuesta a una sugerencia de Emilio Sánchez Vicario durante la recepción que el presidente del Gobierno ofreció ayer en la Moncloa a los héroes que el pasado fin de semana ganaron la Copa Davis en Mar del Plata (Argentina).
«Los políticos tenemos fama de mirar hacia otro lado, pero el capitán me ha lanzado un órdago y quiero recoger el guante. Voy a decir que en cuanto haga una remodelación ministerial incluiremos un ministerio de deportes», subrayó el jefe del Ejecutivo después de que Sánchez Vicario aprovechase la coyuntura y, en plena resaca por los festejos, le preguntase cuándo iba a crear esa cartera ministerial y reformar la Ley del Deporte porque, a su juicio, «se ha quedado un poco vieja».
Entiende Zapatero que su Gobierno ya ha venido trabajando en esta línea y asume que ha llegado la hora de acometer una apuesta más decidida en todos los ámbitos relacionados con el deporte. «El momento que vive el deporte español es tan brillante que se merece que hagamos un esfuerzo», enfatizó el presidente ante la mirada de la ministra de Educación, Política Social y Deporte, Mercedes Cabrera, y del secretario de Estado, Jaime Lissavetzky.
El nuevo ministerio sería un canalizador central de todas las actuaciones de las comunidades autónomas, toda vez que las competencias están transferidas. Si se cumple la petición, realizada también en su momento por el máximo mandatario de la Federación Española de Atletismo y vicepresidente del Comité Olímpico Español, José María Odriozola, esta cartera podría ir acompañada de una sección dedicada a la juventud.
Zapatero se comprometió igualmente a renovar el marco legal en esta materia, vigente desde 1990, aunque desarrollado y renovado en asuntos clave como la lucha contra el dopaje, el racismo, la xenofobia y la violencia en los estadios.
Emocionado y satisfecho por la sonada victoria en la Davis, la tercera de la historia de España y la primera lograda como visitante, Zapatero resaltó la «estupenda imagen» ofrecida por el equipo.
En este ámbito, tal y como bromeó el presidente, no cabe duda alguna de que España se encuentra en el grupo de las grandes potencias. «A vosotros os es fácil estar en el G-8 del deporte, porque está claro que España está en un momento óptimo», enfatizó Zapatero, quien posó con una réplica de la famosa ensaladera.
Zapatero también dedicó palabras elogiosas para Rafa Nadal, que ha completado un año extraordinario en el que ha ganado Wimbledon, Roland Garros y el oro olímpico, entre otros galardones, y se ha aupado hasta el número uno del mundo, un territorio que parecía imposible de arrebatar al suizo Roger Federer.
«Sabes que tienes la admiración de todos los españoles como un excelente e incomparable deportista, pero para mí tienes, sobre todo y ante todo, mi admiración por tu actitud siempre humilde y siempre abierta a la gente», subrayó el presidente dirigiendo su mirada hacia el mallorquín, presente en la recepción pese a que se perdió por lesión la final ante el combinado albiceleste.
A la festiva cita en La Moncloa acudió al completo el cuarteto que conquistó la Davis, integrado por Fernando Verdasco, Feliciano López, David Ferrer y el joven Marcel Granollers, la gran novedad en la convocatoria de Sánchez Vicario.