La arquitectura eclesiástica comienza a renovarse. Atrás quedan las tendencias clásicas o los híbridos que mezclan tantos estilos como reformas se han llevado a cabo en los edificios de la Iglesia. Para muestra, un botón que mira hacia la torre de Hércules. Es la rectoral de la parroquia coruñesa de San Pedro de Visma, un edificio minimalista perfectamente integrado en el contexto urbano en el que se encuentra.
El párroco encargado de oficiar en la zona, Simón David Castro, no se conformó con arreglar el templo, también quiso acondicionar una vieja escuela que había en las inmediaciones y que fue promovida por un tío abuelo del popular presentador de TVG Xosé Manuel Gayoso. El edificio, ubicado en el mismo recinto que la iglesia, estaba tan estropeado que hubo que tirarlo. Para levantar el nuevo, cuenta el párroco, pidió la colaboración del arquitecto y catedrático de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de A Coruña (UDC) Joaquín Fernández Madrid, que ya había realizado la restauración del templo.
El resultado fue un proyecto vanguardista que rápidamente contó con el visto bueno de los técnicos de Patrimonio, a los que hubo que enviar el anteproyecto.
También tuvo que ser aprobado el documento por el Arzobispado de Santiago, que aportó en torno a la mitad del coste total de la obra, y por la parroquia que puso la parte restante, aunque está avalada por la diócesis, tal y como explicó el sacerdote. «El edificio costó unos cincuenta millones de pesetas, pero igual puede quedar en cuarenta porque aún no acabamos de pagar», comenta el cura de esta parroquia.
La nueva rectoral tiene un espacio en el que está la vivienda, ubicado en el primer piso, y una parte dedicada a charlas y despachos, en la planta baja. «Estamos cómodos aquí», explica el inquilino de la rectoral. «La vieja estaba ahí abajo -añade-, pero esta queda mucho más a mano de todo y está mucho mejor ubicada que la que había». El minimalismo es lo que tiene. Incluso hay mucho menos que limpiar.