La Comisión Europea da la espalda al jefe del Estado galo en su polémica con el encargado de Comercio

Esperanza Suárez

A CORUÑA

03 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Un día después de elogiar la sinceridad y el coraje político de Nicolas Sarkozy, el presidente de la Comisión Europea le ha dado la espalda para defender al británico Peter Mandelson, el comisario de Comercio al que el presidente francés acusó de actuar «en nombre del liberalismo».

El portavoz de José Manuel Durão Barroso reiteró ayer en su nombre la confianza en Mandelson, mientras la Comisión se apresuró a calificar de incorrectas las cifras dadas por el presidente galo y, desde el martes, también de los 27.

Además, fueron varios los técnicos de Bruselas que contestaron afirmando que el acuerdo que negocia la UE con la Organización Mundial de Comercio (OMC) supondrá eliminar 100.000 empleos en el campo, recortar un 20% la producción agrícola y un 10% las exportaciones.

La batalla no es nueva. La empezó el anterior presidente Jacques Chirac, quien, sin embargo, había limitado sus negros augurios a la agricultura. Lo malo es que Sarkozy incluyó también la industria, que no recibiría contrapartidas de las concesiones agrícolas.

Las negociaciones en la OMC ya duran seis años y medio, en un intento de llegar a un acuerdo sobre la liberalización del comercio mundial, con la exigencia de los países emergentes de renunciar a las subvenciones a la agricultura europea, de las que Francia es principal beneficiaria. A cambio de abrirse a las importaciones agrícolas, la UE conseguiría la apertura de nuevos mercados industriales y de servicios.

El próximo día 21 habrá en Ginebra un nuevo intento para reactivar las negociaciones.

De ahí el malestar de Mandelson, que el martes por la noche aseguró en la BBC: «Me están socavando y debilitando la posición en Europa». Asegura que «esa cifra del 20% de la que habló públicamente Sarkozy es completamente falsa» y que correspondería a las exigencias del G-20, que agrupa a los países emergentes. «Sarkozy asume que vamos a aceptar todas sus demandas y ese no va a ser el caso», dijo.

Aproximación al ciudadano

Las primeras críticas del presidente francés al alejamiento de las instituciones europeas de los ciudadanos recibieron en cambio ayer una respuesta positiva desde Bruselas: la Comisión ha propuesto una agenda social renovada que prevé un marco legal para facilitar la posibilidad de recibir atención médica en otro país miembro sin necesitar autorización previa de su Estado de origen.

Este nuevo compromiso a favor de la Europa social supone, según el comisario de Empleo, Vladimir Spidla, un paquete coherente y ambicioso de medidas que buscan también acabar con las discriminaciones por cuestiones de edad, discapacidad o religión y preparar mejor las reestructuraciones de empresas. La Confederación Europea de Sindicatos ha contestado que le parece un avance modesto.