«Estudiar Literatura no compensa porque vale poco»

A CORUÑA

19 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Nervios templados para enfrentarse a la batalla, una lid cuyas estrategias llevan preparando todo el año los 2.361 alumnos que ayer se enfrentaban a las pruebas de selectividad en los campus de A Coruña y Ferrol. «En realidad, segundo de bachillerato es un curso para preparar el selectivo», comentaba Martín Rivas, un alumno del Instituto María Casares, en Bastiagueiro (Oleiros).

Como guerreros espartanos, este joven y sus compañeros de clase, Saúl Carballo y Raúl López, tienen un claro objetivo: el honor de aprobar y dar el salto a la Universidad. Para ello, como escudo, utilizan una técnica que podría llamarse «cálculo racional con muchas probabilidades». «Acabamos de salir del examen de Lengua, una de las materias comunes, y fue bastante bien, aunque la pregunta de literatura la dejé en blanco», explica este joven aspirante a ingeniero de Obras Públicas. Pero eso no le preocupa. Espera pasar del cinco. «Literatura vale muy poco para las horas que hay que estudiar. Es mucha materia y no merece la pena. Pero calla, calla, no vayan a cambiarlo para el año que viene», puntualiza.

El examen de Lengua de ayer tuvo dos opciones con tres partes cada una. «Había una fácil y otra más complicada», explican los jóvenes. La sencilla era el comentario de un texto periodístico sobre nuevas tecnologías y la complicada otro sobre el canon digital. Las dos preguntas relativas a los artículos valían tres puntos, lo mismo que la distinción de morfemas y lexemas, y un tanto más que explicar el Romanticismo literario español con Espronceda a la cabeza. Los dos puntos restantes para completar el 10 los daba el resumen esquematizado de uno de los libros de lectura obligatoria del curso.

«Una vez superado el primer examen y visto cómo es, el resto ya va enfilado», coincidían estos tres jóvenes. Una de sus profesoras, cual entrenador de púgiles, animaba a sus alumnos para el próximo asalto: Literatura Gallega. Las letras galaicas remataron la jornada matutina, que continuó por la tarde con Historia o Filosofía y Francés o Inglés.

Pero el esquema de las pruebas no es ajeno a ningún alumno. «En Internet hay muchos exámenes de otros cursos anteriores y normalmente ya los vas haciendo, el tipo de preguntas nunca te pilla por sorpresa», explica César Blanco, que fue ayer el primero en salir de la prueba de Lengua.