El gobierno local de Sada se encuentra a la espera de que la Consellería de Sanidade remita un informe al Ayuntamiento para constatar de forma oficial que las aguas de la desembocadura del río Maior, en mitad de la playa urbana, cumple los indices de contaminación fijados por la UE y por tanto la zona es apta para el baño. El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento sadense, José Garrote, aseguró ayer que espera que la resolución de la Xunta llegue antes del comienzo de la temporada de baño, que se inaugura el próximo 15 de junio. Según Garrote, «el informe podría ser remitido esta misma semana». El año pasado este punto del litoral sadense fue el único de toda Galicia que excedió los parámetros de contaminación establecidos por la Unión Europea, y en octubre del 2007 la Xunta se vio obligada a prohibir la inmersión en sus aguas.
«A mediados de agosto del pasado año, entre los ocho puntos analizados en el municipio por la Consellería, la desembocadura del río Maior fue el único calificado como no apto para el baño. Además por tercera vez consecutiva», comentó ayer el concejal de Medio Ambiente. «Esto motivó que se colocasen carteles informativos en la zona y posteriormente por orden de la Consellería la clausura de todo el arenal. Inmediatamente nos pusimos a trabajar para disminuir la carga contaminante del río», dijo Garrote.
Nueve meses de mejoras
Tras el informe en que Sanidade calificó la zona como no apta para el baño, el Ayuntamiento sadense contrató a una empresa para que realizase inspecciones periódicas sobre los niveles de contaminación. La primera de estas mediciones, en octubre del 2007, indicó una tasa de 560 UFC/100 ml de enterococos, cuando el límite de la UE es de 330, y un indice de E. coli de 3.900, superando en un 443% el límite marcado por Bruselas, que es de 900.
El gobierno local inició entonces un programa de medidas para corregir la situación. Se procedió a anular dos viejos tramos de la red de saneamiento que vertían sobre canalizaciones pluviales dentro del casco urbano de Sada. Además el Ayuntamiento limpió el canal y el cauce del río para evitar que se formasen barreras y que las aguas estancadas contaminasen, según informo el propio concejal de Medio Ambiente, José Garrote. A lo largo de este período también se han realizado inspecciones en los colectores de aguas pluviales de la localidad. «Tras revisare estas instalaciones, y en vista de su estado, procedimos a la sustitución y la mejora de algunos tramos de la red de saneamiento», manifestó Garrote.
Por otro lado, en la zona de Alborelle se instaló un sistema de bombeo para evitar que se produjesen vertidos al río, y en todo el municipio se han precintado los aliviaderos para que no se produzcan nuevos vertidos de la red de saneamiento a las aguas pluviales y al río. Además se está haciendo una inspección del canal y del río Maior para evitar vertidos incontrolados desde las viviendas o de otro tipo, según aseguró Garrote.
Esta serie de trabajos ha provocado que los índices de contaminación se redujeran sensiblemente en la zona de la desembocadura. El último control encargado por el Ayuntamiento en febrero de este año afirma que los niveles han descendido a 56 enterococos sobre un límite de 330 y 460 E. coli en una barrera de 900.