Teatro Rosalía de Castro. Viernes y sábado. 20.30 horas. De 8 a 17 euros.
17 abr 2008 . Actualizado a las 13:51 h.La señorita Julia invita a bailar a su criado una noche de San Juan. Seducción y poder, clase alta frente a clase baja, hombre frente a mujer, sustentan la trama de La señorita Julia , un texto que August Strindberg escribió en 1888 y que María Adánez (Madrid, 1976) protagoniza junto a Israel Elejalde y Chusa Barbero, producción dirigida por Miguel Narros que mañana y el sábado llegará a A Coruña (20.30 horas en el Teatro Rosalía de Castro). Adánez regresa a una ciudad que conoce bien, en la que rodó buena parte del filme El lápiz del carpintero .
-¿Protagonizar «Aquí no hay quien viva», una de las series de más éxito de la última década, es un hándicap para cambiar de registro sobre el escenario?
-No. Aunque la gente me conoce más gracias a la televisión, yo llevo haciendo teatro toda la vida. Para un actor, el teatro es una experiencia única, es el medio más natural. Adoro la tele y el cine, pero son amores distintos. El teatro es El Teatro.
-Es curioso que gracias a una serie televisiva haya mucha gente se acerque a ver un clásico al teatro, ¿no?
-Eso es lo bueno. Me satisface enormemente que gente joven, o no tan joven, que nunca va al teatro ni ha oído hablar de Strindberg, vaya a ver una función de teatro, aunque sea ante el reclamo de una cara conocida. Es una forma de acercarse al público.
-¿Y qué pasa cuando se encuentran con una obra tan densa?
-El público es sabio y no creo que quieran ver a La Pija todo el rato. La gente enseguida se olvida de tu papel anterior.
-Tecleando en Google su nombre, la segunda entrada es: «Fotos de María Adánez desnuda». Sorprendente.
-Nos desviamos de La señorita Julia . Lo de las fotos en la Red es una realidad con la que hoy no se puede hacer nada. Te pillan en verano, cuelgan las imágenes y no puedes defenderte. Desgraciadamente, Internet es un mundo muy organizado por los hombres. Dejémoslo ahí.
-Volvamos a «La señorita Julia», pues...
-Julia es un personaje maravilloso, lleno de contradicciones, educada por el padre para odiar a las mujeres, y por la madre para odiar a los hombres. Está lleno de matices. El autor era un gran conocedor de la complejidad del alma humana. Los personajes son esquizoides, como lo era el propio Strindberg, y durante la noche en la que transcurre la trama pasan por muchísimos estados emocionales.
-¿Compagina la función con otros trabajos?
-Por ahora, no. No puedo. Exige mucho. Lo que sí está en marcha es una serie sobre las tiras cómicas Mujeres alteradas de Maitena. Se ha grabado el episodio piloto. Serán capítulos cortos, un poco al estilo de Camera Café , y mi papel, Lola, sería el personaje central. Se estrenará en verano, pero no puedo contar nada más.