La OSG consigue nuevos públicos con el «Festiclass»

Rubén Ventureira

A CORUÑA

30 mar 2008 . Actualizado a las 03:00 h.

La Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG) sigue trabajando la cantera. Lo que podríamos bautizar como el plan de captación de nuevos públicos se puso en marcha hace tres temporadas y en la actual ha alcanzado su punto álgido con el Festiclass . El gancho ha sido Beethoven y sus nueve sinfonías, y la respuesta ha estado a la altura del repertorio y de la ejecución de la OSG: «Espectacular», apunta Javier Vizoso, jefe de comunicación de la formación coruñesa.

Cualquiera que ayer, antes de que se apagasen las luces y sonase Beethoven, echase una panorámica por las butacas del Palacio de la Ópera tendría claro que la coruñesa no es una orquesta exclusivamente para élites melómanas. El público tenía la misma tipología que el que el viernes acudió al concierto de Santiago Auserón y sus alumnos en Palexco o del que suele asistir a las actuaciones de primera hora del Noroeste Pop Rock. «No es el público habitual de la Sinfónica. Se ve mucha gente joven, parejas e incluso padres de familia con hijos de diez años o algo más», analiza Vizoso.

El público habitual es de edad media y tercera. En los conciertos de abono, es el que copa la práctica totalidad de las 1.723 butacas del Palacio de la Ópera, dejando solo en taquilla en torno a 250 entradas.

Precedentes

Por eso hace hace tres temporadas se organizó un miniciclo de conciertos que incluía tres programas del abono normal de la OSG. Se abonaron 242 personas. El pasado año se fue más allá, programando un ciclo con cinco conciertos, también fuera del abono normal, llamado Mibono . Permitió acudir al Palacio de la Ópera desde 8,5 euros (6 para mayores de 65, menores de 26 y desempleados). El número de personas que adquirieron las entradas para todos los conciertos de Mibono fue similar al que en la anterior temporada compró los pases para el miniciclo, y eso que Mibono incluía dos conciertos más, lo que suponía un mayor gasto para adquirir las entradas. Donde sí se notó el incremento fue en la asistencia a los conciertos, con una media de 650 localidades ocupadas, cuando en el miniciclo de hace tres temporadas habían sido unas 450.

Esta temporada, la OSG se ha sacado de la manga el Festiclass para captar nuevos públicos. «Se trata de un ciclo temático y más moderno», explica Vizoso. Ofrece las nueve sinfonías de Beethoven en cinco conciertos a mitad de precio. En los tres primeros (13 de diciembre, 23 de enero y 2 de febrero) se rozó el lleno: 1.502, 1.651 y 1.648 espectadores, respectivamente. Ayer se completó el aforo. Y para el último (3 de mayo), en el que sonarán la octava y novena sinfonías, los pases ya están agotados.