No acudir a un centro para aprender a leer y escribir, como así había ordenado la titular del Juzgado de Menores de Lugo puede costarle caro a un joven gitano. José M. S., que en la actualidad tiene 21 años, fue juzgado ayer acusado de un delito continuado de quebrantamiento de condena y subsidiariamente otro de desobediencia grave a la autoridad. El fiscal solicitó que le fuese impuesta una multa de 18 meses con una cuota diaria de seis euros o alternativamente un año de presión. La decisión la tiene ahora el titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Lugo, que fue quien ayer se ocupó del caso.
Este joven fue condenado a principios de febrero del año 2006 por el Juzgado de Menores, por un delito de robo con fuerza en las cosas, a asistir a un centro de día, durante un año, con la obligación de aprender a leer y escribir. La sentencia, declarada firme, debería haberla cumplido en un centro especializado de la capital lucense desde el 2 de marzo del año del 2006 al 1 de marzo del año siguiente.
Incumplimiento reiterado
El muchacho, sin embargo, y según explicó el fiscal, incumplió de manera reiterada la orden. Es más, la acusación pública sostuvo que en ningún momento llegó a presentarse en la citada academia, según el resultado del seguimiento a que fue sometido.
El 10 de mayo del año 2006, el acusado fue requerido personalmente por la magistrado juez titular del Juzgado de Menores para que cumpliera tal medida, bajo el apercibimiento de incurrir en un delito de desobediencia a la autoridad. Según diversas fuentes, el muchacho, ante esta llamada, dijo que sí acudiría a clase. Lo hizo algunos días pero, pasado el tiempo, comenzó a incumplir de forma reiterada, según la acusación pública.
De nuevo fue requerido por la magistrada el 3 de agosto del año 2006 a los mismos efectos y bajo idéntico apercibimiento. Apenas sirvió de nada esta nueva advertencia porque el acusado acudió seis días durante los meses de agosto y septiembre del año 2006.
Abofetear a un policía
Por otra, parte, el fiscal solicita dos años de cárcel para una mujer de nacionalidad colombiana a la que el fiscal acusa de abofetear a un agente de la Policía Municipal. El juicio estaba previsto que tuviese lugar en la mañana de ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Lugo, sin embargo acabó siendo suspendido.
El incidente sucedió en la madrugada del 14 de octubre del año 2006, durante una intervención de la Policía Local en el domicilio de la imputada, en A Milagrosa. Según el fiscal, Francia E.R.O., no solo no insultó al agente sino que le propinó una bofetada en la mejilla derecha.
La acusación pública calificó los hechos como un atentado y citó como testigos a la víctima y a un compañero.