Los centros de salud de A Coruña y el área metropolitana superaron ayer la tercera jornada de huelga de médicos, que obtuvo un seguimiento superior al 90%, según los sindicatos convocantes. Por contra, la Consellería de Sanidade aseguró que apenas el 6% de los facultativos habían secundado el paro.
Tanto Omega como CESM-CSIF indicaron ayer que en el área de A Coruña la mayoría de los puntos de atención primaria funcionaron con servicios mínimos, de modo que se atendían casi exclusivamente las urgencias. Debido al paro, se están registrando ya demoras significativas en las citas previas, ya que en algunos centros no se programan consultas hasta el martes próximo.
Los datos facilitados por los sindicatos apuntan a un seguimiento masivo en recintos como los del Ventorrillo, Los Rosales, Adormideras, Elviña, Castrillón, Casa del Mar, Culleredo, Betanzos, Sada y Mera. A modo de ejemplo, un centro como el del Ventorrillo -uno de los de mayor actividad de la ciudad- contaba en la tarde de ayer con siete profesionales en huelga, uno de baja no sustituido y tres profesionales realizando servicios mínimos pero que apoyaban la huelga.
Contra la masificación
En otros puntos de atención también significativos, como los Mallos, el respaldo superó el 80%, y también se registraron ausencias significativas en Federico Tapia, Labañou o San José. Menos afectado resultó el dispensario de Matogrande, por citar uno en los que menor repercusión tuvo la convocatoria, y en otros el seguimiento fue dispar en función de los turnos, como en el caso de La Torre, donde fue del 10% por la mañana y subió al 100% por la tarde.
Con la huelga, que continuará hoy y mañana, los médicos reclaman medidas que palíen la masificación de las consultas y exigen la dignificación de la atención primaria, ya que, según las centrales convocantes, la asistencia se está deteriorando por falta de recursos humanos y por problemas de organización y funcionamiento.
Además del refuerzo de las plantillas, con la captación de los médicos que emigraron a otros países, solicitan que no se sobrecargue aún más a los profesionales forzándolos a hacer guardias -con avisos por fax apenas unas horas antes del inicio- después de haber atendido en jornada ordinaria cupos muy altos de pacientes.