«La familia ha perdido la capacidad socializadora»

A CORUÑA

Este docente relativiza el alarmismo por los conflictos en las aulas y promueve la formación del profesorado

27 feb 2008 . Actualizado a las 12:19 h.

Emilio J. Veiga Río (Padrenda, 1960) fue durante nueve años director del colegio Fernández Latorre y actualmente es asesor de Educación en Valores en el Centro de Formación e Recursos coruñés. Estos días acompaña a docentes de IES Portada Alta de Málaga para que divulguen su experiencia en convivencia, mediación y acoso laboral.

-¿Cómo están nuestras aulas?

-En Galicia, a nivel formal estamos poniendo en marcha los observatorios y planes de convivencia.

-¿Qué validez tienen?

-En el observatorio hay representantes de la dirección, de la jefatura de estudios, de los padres, alumnos, del personal no docente y orientadores, junto con el dinamizador de convivencia. Deben hacer un estudio inicial, ver cómo está la situación...

-¿No supone burocratizar el proceso?

-En centros que hay casos de bullying o de agresiones a profesores, es nuestra responsabilidad que salgan a la luz y determinar las medidas preventivas e intervenir.

-¿Se puede hablar de porcentajes de conflictividad?

-Los estudios realizados a nivel nacional indican que no están siendo tan significativos como aparece en los medios de comunicación o como dicen los políticos. El plan de convivencia pretende atajar estos conflictos y poner las bases a nivel preventivo.

-¿A qué atribuye la actual situación?

-A que las aulas son cada vez más heterogéneas, a lo que se une una desestructuración familiar importante, a que la sociedad es más permisiva y que los trabajos de los padres les restan tiempo con sus hijos. Hoy en día, los chavales tienen de todo, los sobreprotegemos y la capacidad de esfuerzo no se les pide, maduran cada vez más tarde. La familia ha perdido capacidad socializadora y se le exige a los docentes, que a veces se ven desbordados, incluso por falta de formación.

-¿Qué tiene de singular el caso de Málaga?

-Formaron una estructura en una zona con graves problemas, creando una comisión de convivencia, otra de mediación escolar y un aula de atención individualizada. Los mediadores son alumnos que hacen ese papel de forma voluntaria, que consiguen mejores resultados que si los problemas se los tienen que contar a un mayor. Lograron reducir las expulsiones en un 50%.