Retiran los sillares dañados del puente de As Cascas hasta que Patrimonio autorice su arreglo

La Voz

A CORUÑA

17 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Los restos del accidente del pasado martes en el puente de As Cascas ya han sido retirados. El choque del elevador que terminó con parte del pretil de la construcción gótica en el suelo parece que no cogió por sorpresa a algunos de los vecinos de la zona: «Pasan camiones a menudo, y el puente es muy estrecho», explica Antonio, del bar Rincón, situado a escasos metros del muro dañado.

Desde el otro lado de la barra, un cliente se queja: «A saber cómo le sientan a la estructura de algo tan antiguo todas esas toneladas encima», dice, y señala una hoja pegada en la luna del establecimiento, un Código de buena vecindad colocado allí por la empresa OHL, que construye un edificio enfrente, al que se dirigía la máquina que derribó las piedras de granito. Ahora es la firma que preside Juan Miguel Villar Mir la que se encarga de custodiar los sillares (e incluso los pequeños fragmentos desprendidos), que unos operarios se encargaron de llevar a una oficina próxima.

José Luis, otro residente en la zona, lamenta también el destrozo en algo de «mucho valor», al igual que un buen número de vecinos, que ven en la construcción un símbolo. El camino Inglés cruza el Mendo en ese punto, y el puente «incluso está representado en el escudo del equipo de futbol sala del barrio», explica Fernando. Critica que «sea prácticamente el único acceso» a la zona, porque, en su opinión, los problemas de tráfico que ya padece el área se agravarán cuando el nuevo bloque de viviendas esté concluido. También muestra su indignación respecto a que la construcción histórica soporte el tráfico pesado de las obras: «Mucha buena vecindad y se cargan el puente».

El choque del elevador afectó a tres sillares. Uno de ellos, todavía en pie, sufrió daños en una esquina; otro, en el comienzo del muro por su parte superior, terminó en el suelo; y el tercero, situado debajo, se partió por la mitad. Fuentes municipales señalan que se optó por que la firma se haga cargo de los fragmentos a causa de la cercanía de sus instalaciones al puente (para «evitar el traslado de piedras tan pesadas» a las lejanas dependencias del Concello) y porque, además, la zona «está vigilada», y así se evita su robo.

Espera

En principio, la reconstrucción de la parte dañada tendrá que esperar a que Patrimonio se pronuncie acerca de las medidas a adoptar. Antes, el Ayuntamiento remitirá a ese departamento de la Xunta informes del arquitecto y la arqueóloga municipales, a los que se adjuntará el realizado in situ por la Policía Local el mismo día del accidente.

Estos no son los primeros daños que sufre el puente ni los más graves. El historiador Fernando Urgorri, en el número 5-6 de la Revista del Instituto José Cornide de Estudios Coruñeses (1969-1970), dentro de su trabajo sobre Puentes y caminos en la provincia de La Coruña , lamentaba ya en esa época que «unas obras impías, quizá necesarias, han destruido una fila de piedras».

Tampoco será la primera reparación del puente a lo largo de su historia, ni mucho menos. El cronista oficial de la ciudad, José Raimundo Núñez Lendoiro, recuerda en Betanzos de los caballeros y sus Mariñas (Everest, 1984) que «en 1809 fue volado por los ingleses en su marcha camino de La Coruña», lo que obligó a sustituir su arco «por vigas y tablones de roble». Ya en 1939, «estaba intransitable», y se arregló «de urgencia». A finales de ese año el Ayuntamiento pidió a la Diputación fondos para la reconstrucción del arco de piedra, según explica Núñez, que supone que el escudo municipal del pretil fue «instalado a raíz de las últimas obras», ya que data de 1846.

Medieval

El origen del puente de As Cascas es medieval según ambos autores, aunque los dos ofrecen distintas dataciones. El cronista explica que «ya aparece citado en el año 1200». Sin embargo, para Urgorri «parece cronológicamente posterior a los otros» puentes construidos por «iniciativa del [conde de] Andrade», lo que situaría su fábrica en el siglo XIV o en el XV.