Viuda Gómez, 25 años después

A CORUÑA

El Beasto edita «La viuda está de vuelta», doble single con temas inéditos del grupo coruñés de los ochenta

05 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Pudieron haber triunfado, pero todo se diluyó a las puertas del éxito. Al contrario de lo ocurrido con coetáneos suyos, como Siniestro Total o Aerolíneas Federales, los coruñeses Viuda Gómez e Hijos no trascendieron nunca de la categoría de promesas. Las que había en aquel Solución Suicida, que todavía emite refrescantes efluvios de los años ochenta.

La edición por el sello El Beasto del doble single La viuda está de vuelta, hace honor a su título. Incluso coge con el pie cambiado a alguno de sus miembros, hoy en día desligados de la música. «Lo que recoge este disco son unas maquetas del año 83, muy punks y desenfadadas. Éramos tan solo unos chavales haciendo ruido. Yo lo dejé poco después», recuerda nostálgico Puchón, el entonces vocalista del grupo.

Su aspecto actual poco tiene que ver con la colisión entre gótico y punk original. Trabaja de abogado y lo cierto es que nadie diría que, de adolescente, quería ser el Jello Biafra (Dead Kenedys) español. Rigo, que tocaba el bajo, ejerce de chef de cocina, y desprende cierto aire rocker. Dani, el batería, es auxiliar administrativo y peina melenilla que delata su corazón mod. Por su parte, Jorge, el guitarrista, permanece ajeno al lanzamiento. «No quiso saber nada más de la música. Las canciones son suyas, pero no sabemos nada de él, solo que vive en Madrid», comenta Puchón.

Satélites de la Movida

A Viuda Gómez e Hijos les tocó ser pioneros en un desierto. Coetáneos de las estampidas que se estaban produciendo en Madrid y Vigo, ellos ejercieron de satélite en una ciudad que estaba en pañales. «Aquí solo se podía tocar en Punto 3», apunta Dani, que explica el impacto que causaba su estética. «La gente se quedaba flipada al vernos, llamábamos mucho la atención. Yo tuve problemas en el colegio por ello».

«Los ochenta llegaron como una ola de libertad, realmente fueron cuatro décadas de golpe. Todo valía», sostiene Rigo. Pese al aislamiento coruñés, ellos se las arreglaban para estar en la onda. Puchón lo detalla: «Comprábamos por correo discos de grupos como Joy Division, Dead Kenedys o Killing Joke; la ropa, los boogies, los cinturones de remaches y todo eso la encontrábamos en Madrid; y siempre estábamos al tanto de Radio 3. Yo el Diario Pop lo escuchaba todos los días».

La viuda está de vuelta, además de traerlos al presente, ajusta una cuenta pendiente. «Queríamos desmitificar Solución Suicida, que es mucho más pop que lo que hacíamos en nuestra primera etapa y por lo que se nos conoce», advierte Dani. Misión cumplida. Canciones como Me gusta el nodo, Funeraria Riazor o Te falta un diente muestran otros Viuda ocultos: irreverentes, espontáneos, excitantes. Y recordables.