Veinte años después los niños siguen disfrazándose de tortugas ninja

A CORUÑA

30 ene 2008 . Actualizado a las 12:18 h.

Si un personaje de ficción logra que siga siendo recordado, dos décadas después de su creación, por las nuevas generaciones es que ha alcanzado la categoría de clásico. Cuando se entra en una tienda de disfraces de la ciudad y aparece Gabriel Barroso, un niño de 5 años seguidor de las Tortugas Ninja, se constata que aquellos simpáticos reptiles, aficionados a las artes marciales y bautizados con nombres artísticos, ya ocupaban plaza de honor junto a Mickey Mouse, Garfield o Bugs Bunny.

Pero hay que darse prisa, Gabriel llegó tarde y su opción ya estaba agotada: «A mí también me gusta Miguelangelo, pero Raphael también está bien», comenta antes de ponerse la máscara de su nuevo disfraz, el último que queda de esta saga en las estanterías.

El caso de este niño define la actitud de los más pequeños: seguir fieles a sus costumbres y pasar los carnavales vestidos de sus dibujos animados preferidos. Si las niñas eligen mayoritariamente convertirse en princesas, reinas, mariposas o hadas; los niños incluso van más allá y sueñan con meterse en la piel de Peter Pan, Robin Hood, Spiderman, el Zorro, Superman, Mickey Mouse, Minnie, o el pato Donald.

Tres grandes opciones

Sota, caballo, rey. Los dependientes de las tiendas de disfraces reducen a tres opciones los disfraces más vendidos: piratas, payasos y princesas. La saga cinematrográfica de Piratas del Caribe ha dejado una gran pegada en la ciudad, y ya se cuentan por decenas los trajes del capitán Jack Sparrow que se han despachado.

Para aquellos que prefieren no imitar al personaje de Johnny Deep, se ofrecen un sinfín de accesorios para disfrazarse de corsario utilizando el típico parche en el ojo, la pata de palo, el garfio o el gorro con la calavera. Estos disfraces son unisex, para hombres o mujeres, aunque también hay algunos modelos que cambian el pantalón por una falda.

En las tiendas enumeran como últimas tendencias para estos carnavales todos los disfraces que hacen referencia al mundo animal. Gallos, cerditos, gatos, leones, tigres, osos o lobos feroces se postulan como algunas de las opciones más llamativas para estas fiestas.

Además, para aquellos que quieren dejar de lado los disfraces con pelo, también se pueden decantar por vestirse de mexicanos, griegos, policías, bomberos, enfermeros, toreros o un sinfín de trajes de la época medieval. Las imitaciones de Elvis y Marilyn se han colado un año más en las estanterías de los comercios, donde se ofrecen varias opciones de disfraces vinculados a las distintas etapas por las que pasaron estas famosas estrellas.

Siniestros

Por lo que se refiere a los adolescentes, las preferencias también varían. Ellos se decantan por todo tipo de disfraces siniestros como vampiros, monstruos o fantasmas. Las chicas prefieren vestirse de caperucitas rojas bastante sexis, y también escogen otros trajes donde abundan las minifaldas y los escotes.

Un año más, las máscaras no suelen tener mucho éxito entre los coruñeses, ya que, además de ser incómodas, la mayoría se disfraza la cara descubierta. Sin embargo, no faltarán los chavales que utilicen todo tipo de caretas de monstruos o políticos para adornar el ya tradicional mono de trabajo, uno de los disfraces más socorridos y utilizados por los más jóvenes.