Tres familias pasarán el fin de semana fuera de sus viviendas para garantizar su seguridad Una excavadora golpeó la medianera durante el derribo del número 4 de la calle Doctor Ferrant
16 mar 2007 . Actualizado a las 06:00 h.Tres familias de la calle Doctor Ferrant tendrán que pasar el fin de semana fuera de sus casas. Ayer por la tarde, el edificio número 6, en el que viven, resultó dañado por los trabajos de demolición del bloque contiguo. El accidente se produjo al golpear una excavadora la medianera. Parte del muro se separó y quedó suspendido a causa del impacto. La caída de varios cascotes a la calle alertó a los habitantes de la zona. Al poco, muchos se agolpaban ante la obra para averiguar qué había sucedido. A las cuatro y media, agentes de la Policía Local acordonaron el área y retiraron los vehículos aparcados enfrente ante el temor de que pudiera haber un nuevo desprendimiento. Un arquitecto municipal acudió para comprobar los desperfectos y dar instrucciones para echar abajo la parte afectada de la pared sin que la operación pusiese en peligro la estructura del inmueble. Para ello fue necesario emplear dos excavadoras. Mientras una de ellas sujetaba la zona del muro que no había sido dañada, la segunda se encargaba de tirar la parte que había quedado inestable a consecuencia del golpe. Mientras se hacían los trabajos, se evacuó también el número 74 de la avenida de Hércules, aunque, una vez finalizados los trabajos, los residentes pudieron regresar a sus casas de inmediato. El técnico del Ayuntamiento descartó, en principio, que hubiese daños estructurales en el bloque de viviendas, pero la próxima semana se llevará a cabo un examen exhaustivo para comprobarlo con certeza. Entre tanto, empleados de la empresa encargada del derribo apuntalaron el edificio por dentro. Después se permitió a los propietarios recoger algunos objetos personales. Lo hicieron acompañados por los operarios. Responsables de la promotora explican que los vecinos «no regresarán a sus domicilios al menos hasta la próxima semana. Aunque no representaba ningún peligro que permanecieran en sus casas, preferimos alojarlos en un hotel mientras reparamos los daños».