Los nuevos trenes R-598 sólo reducen tres minutos el viaje A Coruña-Ferrol

X.?V. Gago / C. Toimil A CORUÑA | FERROL

A CORUÑA

FOTOS: CÉSAR TOIMIL

Las máquinas no alcanzan los cien kilómetros por hora, aunque podrían superar los 160 El pequeño ahorro de tiempo contrasta con el aumento de precio del billete, que es de 1,25 euros

03 mar 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

LA MÁXIMA. El GPS marca la velocidad punta del R-598: 95 kilómetros por hora, que alcanzó a 24 kilómetros de distancia de A Coruña. Comparados con los antiguos trenes regionales, los R-598 que enlazan A Coruña y Ferrol son más bonitos, más cómodos, mucho más caros y casi igual de lentos. Renfe puso a trabajar hace sólo unos días las nuevas máquinas por las viejas vías que unen ambas ciudades, y el resultado es peor que el anunciado por las previsiones más pesimistas. Xosé Carlos Fernández, ingeniero experto en ferrocarriles, indicó cuando se anunció la llegada de los R-598 que los nuevos trenes no mejorarían demasiado los tiempos de viaje, ya que el trazado actual de la vía les impediría desarrollar toda su capacidad. Acertó de pleno. El R-598 que el pasado martes abandonó la estación coruñesa de San Cristóbal a las 20.32 horas tardó 76 minutos en alcanzar su destino: Ferrol. El viaje costó 5,05 euros. Los regionales que hacen el mismo recorrido, como el que partió de la misma estación el miércoles 7 de febrero a las 12.30 horas, tardan 79 minutos, sólo tres más. Aunque resultan bastante más baratos, con un precio de 3,75 euros por viaje. Es decir, los usuarios pagan cada minuto de ahorro en el R-598 a 43 céntimos de euro. Tiene muy complicado pelear con el autobús, que sale cada media hora y, por 5,95 euros, hace el viaje en 45 minutos. Infraestructura obsoleta Pero no se debe culpar a las máquinas. El fracaso se debe, sin lugar a dudas, a la obsoleta infraestructura ferroviaria que une ambas ciudades, que, hay que recordarlo, suman más de 320.000 habitantes. En las zonas donde los trenes R-598 pueden desarrollar todo su potencial, la diferencia es notoria. Uno de los mejores lugares de Galicia para comprobarlo es la línea que une A Coruña con Santiago. En el tramo que discurre entre Ordes y Compostela, que está preparado, a falta de electrificación, para que el AVE circule por él, el R-598 viaja a 160 kilómetros por hora. Es capaz de adelantar con facilidad a los coches que usan la autopista, ubicada en paralelo a la línea férrea. Sin embargo, las carencias de la infraestructura entre la urbe herculina y Ferrol son tan enormes que limitan por completo al R-598. En el viaje del pasado martes, que como el realizado en el regional del 7 de febrero fue analizado mediante el uso de un GPS, el nuevo ferrocarril no superó nunca los 95 kilómetros por hora. Incluso el antiguo tren regional fue capaz de alcanzar los 105 por hora. Como un ciclomotor Sin embargo, será injusto no reconocer que el R-598 viajó a una velocidad media ligeramente superior a la de su competidor. Fue a 58 kilómetros por hora, mientras que el regional lo hizo a 55 por hora. En ambos casos se trata de velocidades semejantes a las que puede desarrollar un ciclomotor de 49 centímetros cúbicos. Todavía es más llamativo el dato que aporta el GPS acerca de la velocidad media sin paradas en ambos viajes. La del R-598 fue de 67 kilómetros por hora durante los 66 minutos que estuvo en movimiento (empleó diez en las paradas), mientras que el regional, que pasó 17 minutos estacionado durante el viaje, obtuvo una media más alta: de 71,2 kilómetros por hora. Es decir, el R-598 mejora los tiempos del regional porque pasa menos tiempo parado y porque dispone de una buena capacidad para acelerar y frenar, ya que está específicamente diseñado para realizar trayectos de media distancia. ¿Por qué pierde menos tiempo parado? Porque, aunque realiza exactamente el mismo trayecto del regional, incluye varias paradas que sólo se realizan por petición expresa del cliente. Se trata, saliendo de A Coruña, de las de Elviña-Universidad, Cambre, Cecebre, Miño-Castro, Perbes, Cabanas-Arenal y Perlío. Donde sí se detiene obligatoriamente es en O Burgo-Santiago, Betanzos-Infesta, Betanzos-Cidade y Pontedeume. Las paradas contribuyen enormemente a agrandar el tiempo que tarda el R-598 en cubrir los 74 kilómetros de línea férrea entre Ferrol y A Coruña. Sin embargo, las paradas son imprescindibles, al menos por ahora. Renfe aumentó las frecuencias entre ambas ciudades al mismo tiempo que puso a circular los nuevos trenes, pero la línea todavía está a años luz de disponer de un convoy cada dos horas o similares. Cambio de frecuencias En la actualidad, cinco trenes enlazan ambas urbes en los días de diario, mientras que los fines de semana sólo circulan cuatro. Todos los días hay un R-598. El que sale de A Coruña lo hace a las 20.32 y llega hacia las 21.45 horas, según la web de Renfe. El que parte de Ferrol sale a las 07.02 y llega a las 08.13 horas, en los días de diario. Los sábados y domingos cambia su horario para abandonar Ferrol a las 09.58 y alcanzar A Coruña a las 11.19 horas. Varios de los usuarios que viajaban en el tren del martes señalaron que la ampliación de frecuencias es ahora más importante que la velocidad, que, con estas infraestructuras, no puede mejorar mucho más.