Stop Accidentes critica la existencia de pasos de cebra borrados y resbaladizos

Bea Abelairas
Bea Abelairas A CORUÑA

A CORUÑA

El Ayuntamiento alega que tarda dos años en repintarlos, ya que sólo puede hacerse de noche La asociación dice que la acumulación de pintura plástica crea peligro para ciclistas y mayores

04 mar 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

?a asociación Stop Accidentes asegura que gran parte de los pasos de peatones de la ciudad están borrados. Una denuncia que también secunda el Partido Popular, que lleva meses exigiendo al Ayuntamiento el repintado de las zonas peatonales. Buena parte de los pasos desgastados están en la zona centro, precisamente en las calles en las que hay más tránsito. Ambas entidades aseguran que algunos peatones de la ciudad se han llevado más de un susto. Cuando la pintura se desgasta se vuelve menos perceptible para los conductores, así que el grupo popular cree que parte de los atropellos se podrían evitar si estuviesen correctamente pintados y es una de sus quejas constantes. Por su parte, los responsables del área correspondiente del Ayuntamiento alegan que se trabaja a diario en el mantenimiento de los pasos de cebra. El problema es que son muchos, tantos que se tardan unos dos años en repintarlos todos. Por mitades Cuando terminan con unos, los otros ya necesitan otra mano de pintura. El trabajo se realiza en unas condiciones especiales. «El pintado se lleva a cabo siempre por la noche, una madrugada la mitad del paso y la siguiente lo que queda», asegura un portavoz municipal, que también recuerda que cada doce meses sólo alcanzan a restaurar la mitad del total. Poco lógicos La explicación de los técnicos municipales no convence a la presidenta de Stop Accidentes. «Eso de pintar una y otra vez genera una acumulación de pintura plástica que los convierte en resbaladizos y peligrosísimos para personas mayores, ciclistas y motoristas», cuenta Jeanne Picard. La responsable de Stop Accidentes también se queja de lo poco lógico que es su emplazamiento. «En algunos casos están tan a desmano que no se usan», dice. Pone un ejemplo, el de Barcelona. «Allí son dos bandas blancas, a la altura del semáforo y paralelas al peatón y tienen indicativos luminosos», explica.