Los estudiantes instalaron sus propuestas entre la costa de O Portiño y la de Miño El objetivo del proyecto es luchar contra el urbanismo indiscriminado
03 mar 2006 . Actualizado a las 06:00 h.?La costa es un bien limitado y hay que construir con un cierto grado de respeto por el medio ambiente». Ésta es la idea que quieren inculcar a sus alumnos los profesores de la escuela de Arquitectura de la UDC Ricardo Beltrán, Jesús Conde y Juan Creus, que este año propusieron a los estudiantes realizar proyectos originales para recuperar todo el litoral que une la costa de O Portiño con la de Miño. «La primera parte de la asignatura -que comprende el primer cuatrimestre- consistió en realizar un trabajo para reivindicar el valor ecológico de esta zona, para protegerla e intentar recuperarla como un entorno de disfrute. Dejarlo como un vacío natural contra la urbanización indiscriminada», explicaron los docentes, que distribuyeron a sus 180 alumnos en grupos de tres personas. En total se presentaron sesenta proyectos y cada uno de los equipos escogió el lugar y el diseño que quería plasmar sobre este entorno. «Parecía una gran marea blanca. El hecho de que casi todas las piezas fuesen blancas daba la sensación de que se pedía una tregua contra el urbanismo agresivo», recuerdan los profesores, que también destacan el gran impacto que las figuras causaron en los vecinos de este entorno. «Muchos se sorprendían al verlas, algunos incluso robaron varias piezas, y hasta el cura de Santa Cruz se refirió en su homilía a la pieza que habían colocado en el campanario de la iglesia», dicen. Manos gigantes, figuras de hombres caminando con sus mascotas, grandes banderas con un signo de admiración o una enorme pegada de perro son algunas de las piezas que pretenden destacar el valor natural de este entorno. Segunda parte «Que cómo se nos ocurrió esta idea, pues porque queríamos dotar la parte teórica de la asignatura de un contenido físico. Mentalizar a la sociedad, y saber hasta qué punto entendían el mensaje que queríamos transmitir. Ahora, en la segunda parte del temario, se propone construir en el litoral, pero de una manera responsable. Cada grupo deberá elaborar un proyecto, y, dependiendo de la zona, optará por adosados, o edificios de planta baja», especifican estos profesores de Urbanística II, una asignatura de tercer curso que califican como «peleona». «Trabajando no es difícil aprobar el curso. No es una maría, pero intentamos que la materia sea agradable para el alumno. Además -aclaran- los trabajos sirven para algo, ya que se relacionan con el medio y también con las administraciones locales». De hecho, todas las propuestas que presenten los alumnos al final de curso se enviarán a los responsables de los ayuntamientos para que tomen buena nota de lo que se puede hacer y cómo en estas zonas verdes próximas a la costa.