? un minuto de caminata del solar antaño ocupado por el asilo se levantará otro conjunto residencial de lujo, el del Papagayo. El barrio chino ha pasado a la historia. Nada queda del pícaro paisaje que inspiró a Camilo José Cela en La familia de Pascual Duarte y del que un nostálgico futbolista, ganador del Balón de Oro, se llevó un crollo de recuerdo cuando las últimas viejas casas (de citas o no) fueron demolidas en el 2002. Del Papagayo sólo pervive el nombre. Por ahora. Según anunció años atrás, la promotora tiene intención de cambiarlo, pues cree que el lujo y la lujuria no casan, cuando menos a la hora de vender pisos caros, y que la mención del Papagayo proporciona «mala imagen». Circulan diversas teorías sobre el origen de este topónimo. La preferida de Cela, y que cuenta con mucha gracia el ex alcalde Liaño Flores, es que todo empezó cuando un marinero desembarcó en el puerto coruñés y acudió al barrio chino en busca de alivio sexual. Venía de un país exótico, del que se trajo un papagayo de plumaje colorido que causó asombró en el lugar. Llegó la hora de pagar el servicio, y lo hizo en especies: con el bicho. Una virgen El papagayo aprendió hasta frases, y se convirtió en el ave más popular del barrio, rivalizando con La Ave Torda , famosa hetaira también citada (entre los que fueron habituales del lugar no hay consenso sobre la grafía de su nombre) como La Betorda o Betorda . Antes de la llegada del dicharachero papagayo, la zona era conocida como Maravillas, por aquello de que en la iglesia de las Capuchinas se venera desde muy antiguo a Nuestra Señora de las Maravillas, así conocida porque la imagen porta en una mano una flor llamada maravilla. Así pues, puestos a variar el topónimo, Urbanización Maravillas sería uno con mucho fundamento histórico, recuerdan vecinos puestos en la materia religiosa. Tiempo hay para decidirlo. En la Concejalía Urbanismo informan de que ha acabado la excavación del garaje de once plantas, que ha dejado un cráter en la zona, pero pasará más de un año hasta que se coloque la primera piedra en el solar. «La promotora aún tiene que presentar un proyecto de urbanización y, después, uno de edificación», recuerdan fuentes de este servicio municipal. El concejal Méndez Romeu espera que las obras concluyan «a finales del 2006 o al inicio del 2007».