Vecinos de San Pedro se quejan de que la fuga «se veía venir»

Adriana L. Blanco A CORUÑA

A CORUÑA

El encargado de una excavadora cometió un fallo y picó una tubería que provocó el accidente Denuncian que las voladuras de la obra en donde se produjo el escape han dejado dañados varios inmuebles colindantes

16 dic 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

«Que venga el alcalde». Indignados, en corrillos, los vecinos de Orillamar comprobaban cómo los coches oficiales aparcaban enfrente de la calle San Pedro. La rotura de una tubería del gas, el frío de la calle y la sorpresa se mezclaban entre el buen humor y la indignación. «¿Y cómo nos lo vamos a tomar? Si esto ya lleva así no se sabe cuánto», declaraba José Luis, propietario de una carpintería. A los que estaban presentes aquello se les hacía familiar. Todos se acordaban de lo sucedido en la plaza de Lugo. «Es que no aprenden», relataba otra vecina. La fuga comenzó a las nueve de la mañana. A las diez y media todo se había calmado un poco, aunque los residentes todavía seguían en la calle. Justo en ese momento aparecieron González-Garcés, concejal de Seguridad Ciudadana, y Mar Barcón, concejala de Infraestructuras. Los dos comparecieron ante los medios de comunicación. «Sabemos que la fuga se produjo a causa de la construcción», comentaba Garcés. Una excavadora, intentando hacer la canalización de electricidad y telefonía en el número 24 de San Pedro, había picado una hora antes la tubería del gas. «De todos modos analizaremos el suceso durante los próximos días», señalaba Garcés. Los vecinos estaban convencidos de que era algo que se veía venir. «Han estado levantando la calle todo el año, algo tenía que pasar», destacaba Francisco Martínez. Mientras ocurría este cruce de declaraciones -a un lado los concejales y los medios, al otro los vecinos-, algunos curiosos se interesaron por las declaraciones oficiales. «¿Qué ha dicho Garcés?», preguntaban. Más que gas Por lo que cuentan, el gas no ha sido el único percance de esta obra. El tabique de la carpintería de José Luis ha bajado varios centímetros: «Por las voladuras que han hecho en esa misma obra». Las mismas detonaciones destrozaron la luna de su coche, aparcado en la acera, en otra ocasión. «Si es que quieren acabar rápido y, claro, eso es lo que pasa», se unió otro testigo a la conversación. Al final, el paso a las viviendas pudo restablecerse con calma, después de un amplio despliegue de los servicios de urgencias.