Lo de estos niños sí que era gravedad, pero mental: con los pies en el suelo y la cabeza bien puesta. Sabían tanto del espacio que parecía que se habían documentado para ir a la Casa de las Ciencias a hablar sobre el «español espacial», como bautizó Emiliano a Pedro Duque. José Sánchez, miembro del departamento de Educación de la Agencia Espacial, quiso aproximar a estos niños a la misión del español en la ISS. Pero al pequeño auditorio no se le pasaba ninguna pregunta sobre la historia del astronauta. Y lo curioso es que, con tanto saber a sus espaldas, ningún niño coruñés parece querer seguir los pasos de Duque. «Me encantan las alturas», comentó Amar, de 10 años, «pero no me dedicaría a eso». Luego me pidió permiso para marcharse del salón de actos y se fue a un cásting de El Corte Inglés. Por lo visto, no le iba tanto el trabajo de Pedro Duque como el de Banderas. Trajes espaciales Los niños pudieron probarse trajes espaciales y especiales, porque algunos eran demasiado pequeños. «Javi no puede pornérselo. Tiene sobrepeso», se burló uno de sus amigos. Pero, al final, consiguió el embutido , el traje y la fotografía. También los había que tenían muy claro lo que querían ser de mayores. Paloma Tarrío, 10 años, comentó: «Yo voy a ser periodista», mientras miraba de reojo a los fotógrafos. Pero Iván García Vázquez quiere ser ingeniero de parques de atracciones, porque «aunque lleva años, cuesta menos que ser astronauta y no es tan arriesgado». La visita se acabó en el Planetario, con una proyección. Al parecer, fue un hasta luego, porque Paloma recalcó: «Nos vemos en La Voz de Galicia».