?os responsables del ciclo sobre los 25 años de la Constitución buscaron una cara conocida y con gancho para que se encargara de inaugurar la actividad y pronunciar de paso la primera conferencia. La encontraron en Santiago Carrillo, que consiguió que el salón de actos de la facultad se llenara de estudiantes interesados en la ponencia. El antiguo líder del Partido Comunista respondió y dio juego. Empezó lamentándose por su edad, que no le permite venir a Galicia «a recoger chapapote y sólo me deja hablar, que es más fácil que limpiar».Tras el inciso, se refirió a la Constitución de 1978, a la que calificó de excelente. «Si ahora se quisiera elaborar una, sería mucho menos progresista que aquella», añadió Carrillo.Sin embargo, también encontró fallos que justificarían una revisión «para adaptarla al momento que vivimos». Así, lamentó que no haya una cláusula que obligue a un referéndum ante la guerra de Irak, «un tema grave que no existía cuando hubo elecciones». Al respecto, el ponente afirmó que «cualquier acto de oposición sería justo, aunque violara formalmente la ley».