Los hermanos de la Lejía, referente histórico del socialismo coruñés

La Voz

A CORUÑA

CARLOS FERNÁNDEZ HISTORIAS DE A CORUÑA Tres de ellos fueron ejecutados en los primeros meses de la Guerra Civil Llegaron a A Coruña procedentes de Ribadeo, pues su padre, ferviente socialista, había sido desterrado a 150 kilómetros de la villa fronteriza a causa de sus ideas. De los ocho hermanos, sólo uno, José, fue bautizado. Los otros tenían nombres tan llamativos como Bebel, France, Jaurés, Voltaire... El patriarca de la familia montó un negocio de venta y distribución de lejía, y de ahí les vino a sus hijos el nombre que los hizo famosos en la historia del socialismo local y a los que ahora el Ayuntamiento ha dedicado una calle.

02 mar 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

En A Coruña, el padre fue de los fundadores de la Agrupación Socialista, junto a otras personas, entre las que predominaba el elemento trabajador. El mismo mes en que se producía el alzamiento contra la República, los de la Lejía formaron parte de la militancia que se unió a las juventudes comunistas, formando las llamadas Juventudes Socialistas Unificadas. Ante los rumores del levantamiento militar, se celebró una manifestación de adictos al Frente Popular por los Cantones coruñeses. El mismo 19 por la noche, Pepín se había apoderado de varias armas en una armería de San Andrés. Al día siguiente, ya proclamado el estado de guerra, fue de los que ofreció resistencia en las calles coruñesas contra los militares sublevados, mientras otros tres de sus hermanos, Bebel, France y Jaurés, ayudaron en la defensa del Gobierno Civil, sobre el que disparó una batería de Artillería colocada en O Parrote. Mientras Pepín pudo escapar, los otros tres fueron detenidos. Bebel (que fue futbolista del Dépor) y France serían ejecutados en Punta Herminia, tras una parodia de juicio militar sumarísimo, y Jaurés fue encarcelado, pues era menor de edad. Sin embargo, en 1937 y con motivo de un cambio de cárcel, el cadáver de Jaurés apareció en el Campo da Rata. Se dijo que intentaba «escapar» del coche que trasladaba a los presos.