Escritores, artistas y hasta golpistas

La Voz

A CORUÑA

16 feb 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

Celso Emilio Ferreiro recordó en el libro de oro de Arenas los versos de Curros (a «meiga cibdá da Cruña») y terminó escribiendo: «Fernando, ¿qué vou a decirche que ti non sepas». Por su parte, García Sabell anotó con agudeza: «Fernando, raro ejemplar de librero que entiende de libros». Poco antes de morir, César González Ruano dejó escrito en el libro recopilatorio: «Primero leer, lo demás viene luego». La dedicatoria del destacado periodista coruñés Alberto Míguez fue: «Fernando, gran hombre de libros y gallego intenso», y Neira Vilas plasmó: «Divulga o libro galego, o libro do noso povo, a miña admiración e alento». Palomino, autor de best-sellers, imprimió: «Fernando tiene la mayor fortuna del mundo. Está loco por su profesión» y Pardo Zancada, comandante implicado en el 23-F, reconoció en el editor coruñés a «El primer hombre del gremio del libro que me ha tendido su mano amiga». Javier Pradera, periodista de El País, opinó: «Con 50 libreros como Fernando, terminan los lamentos de los escritores españoles». Y Fernando Quiñones añadiría: «Fernando es el timonel del galeón literario de La Coruña». Elena Quiroga de Abarca, premio Nadal y gran señora, dejó escrito: «Fernando es generosidad», y Sánchez Dragó, el hombre de La España mágica, anotó: «Aquí, en librería Arenas, digo: ¡Abajo Europa! ¡Viva Galicia! ¡Qué la aventura de los libros nunca decaiga!». Seoane, Torrente y Umbral El pintor Luis Seoane le dedicó siete dibujos como muestra de su aprecio a Fernando Arenas. Mientras, Torrente Ballester, el hombre de La saga fuga, escribió: «Fernando, mi amigo, creador de una imponente librería». Otro de los testimonios recogidos en el libro de visitas de la libería es el de Francisco Umbral, cronista de gentes, que puso: «Fernando Arenas, amistad y gratitud».