La Casa de las Ciencias abre el libro del cielo para ochenta novatos

RUBÉN VENTUREIRA A CORUÑA

A CORUÑA

REPORTAJE FOTOGRÁFICO: XOSÉ CASTRO

Éxito de la «Jornada de Divulgación Astronómica»

13 nov 2001 . Actualizado a las 06:00 h.

La Casa de las Ciencias es una universidad del cielo. Con los pies atornillados a la tierra, Hermelinda, Elvira y Julia miran hacia arriba. Son las ocho de la tarde en el parque de Santa Margarita y la bombilla solar se ha fundido. Nada nuevo bajo el sol: ocurre todos los días. «Aquello es Marte», reconocen. Son personas mayores. Hablan de nietos. Hace ya muchas lunas que no miraban el cielo con ojos de detective. «Cuando vivíamos en la aldea. Allí sí que se veía bien. En la ciudad hay mucha polución». Las tres acaban de salir, emocionadas, del Planetario. Han visto una sesión celestial de 45 minutos. La Jornada de Divulgación Astronómica en la que participan ellas y 81 personas más continúa fuera del museo. Tras la lección, clase práctica. Marcos Pérez, técnico de la Casa de las Ciencias, anuncia un premio para el que sepa dónde está Arturo. Nadie acierta. Lógico. «Este tipo de actividad es para no iniciados. La mayoría de la gente ha tenido hoy su primer contacto con la astronomía», disculpa el especialista. La Casa de las Ciencias organiza una jornada como ésta los últimos sábados de cada mes. La mudanza de día obedece a la celebración de la semana de la ciencia. «Mirad, ahí está Vega», anuncia Pérez. Vega es la estrella desde la que los extraterrestres envían una señal a la Tierra en la película Contact. Algunos sólo la habían visto en cine, como la joven Sandra López, tan inquieta como la Jodie Foster de aquella peli. «¿Dónde te escondes, Polar?», pregunta poéticamente al cielo. Nadie responde. Ni desde Vega ni desde la Tierra.