Los comerciantes de San Andrés reiteraron ayer su profundo malestar por la instalación de bolardos en el tramo de calle comprendido entre la plaza de Pontevedra y la de Santa Catalina. Los empresarios afectados mantuvieron una reunión durante la mañana de ayer para unificar las quejas que serán, de nuevo, transmitidas a las autoridades municipales. Las protestas que trataron los comerciantes -en un número próximo a los cincuenta- se basaron en la dificultad con la que se encuentran para realizar tareas de carga y descarga de productos, así como la imposibilidad material de aparcar sus vehículos con la que se encuentran los clientes que deseen hacer una compra en un corto espacio de tiempo. Reducción de negocio Según los empresarios de la calle de San Andrés, el negocio se ve afectado gravemente tras la instalación de los bolardos, señaló Emilio Durán, uno de los propietarios de un negocio, que afirmó que las ventas han descendido estos días. Los dueños de tiendas de esta zona de San Andrés afirmaron ayer que han solicitado una reunión con Francisco Vázquez, alcalde de la ciudad, para que atienda unas protestas que pasan por la reorganización del tráfico.