La goleta «Juan de Lángara» organiza regatas por menos de 50.000 pesetas

M.BARBA A CORUÑA

A CORUÑA

EDUARDO

La tripulación del velero enseña a los coruñeses a descubrir el mar y fomentar la convivencia en un barco No se trata simplemente de navegar. El velero «Juan de Lángara» pretende dar facilidades a los ciudadanos para conocer y convivir con el mar. Sus actividades incluyen el manejo de equipos, las maniobras y las guardias, pero también la limpieza del barco, la cocina, y el aprendizaje de una filosofía de vida basada en la paz y la comunicación con el paisaje de las olas. Todo ello a buenos precios. Por sólo 20.000 pesetas los coruñeses podrán disfrutar de un completo recorrido de tres días por las Rías Altas.

18 jun 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

«Esto de la vela es alucinante. Te evade de todos los problemas». Los doce miembros fundadores de la asociación Juan de Lángara, participantes en las regatas Cutty Sark Grandes Veleros, ya tienen embarcación propia. Se trata de una goleta de veinte metros que representa al puerto de A Coruña allá por donde atraca. Génova, Nápoles, Aberdeen, Lisboa, Malta, Cartajena...su joven tripulación comparte el mismo entusiasmo que les llevó a sacar adelante este proyecto, cuando colaboraron en el año 90 como oficiales de enlace durante la estancia en la ciudad de las flotas en la Cutty Sark: «El mar es una cosa que nunca te cansas de ver». El capitán de la asociación, Aurelio Fernández Lage, añade a la tranquilidad y el viaje un aliciente más: el amor por el riesgo y la aventura. La goleta fue adquirida en el verano del 97, y presentada ayer a todos los ciudadanos que se acercaron al Naútico. Hoy continúa en la ciudad, y el sábado 24 estará en Sada, para regresar el 25 a A Coruña. Para el presidente, existen dos grandes dificultades para la navegación en la ciudad. Por un lado la falta de actividades naúticas para todos los ciudadanos. Por otro, la necesidad de infraestructuras, como la ampliación del puerto deportivo y la playa asfáltica. Su principal objetivo es ampliar el número de socios (que pagan 1.500 pesetas trimestrales), y conseguir llenar el barco durante 100 días al año. Eso siempre que la fuerza del viento les acompañe.