La empresa ourensana de reciclaje que construye un futuro más verde con innovación y sostenibilidad
Reciclajes Vidal es un negocio familiar que apuesta por la circularidad y la digitalización en la gestión de residuos

En un mundo donde la sostenibilidad y la innovación marcan la diferencia entre las empresas que prosperan y las que se quedan atrás, Reciclajes Vidal ha sabido encontrar su espacio. Fundada como sociedad limitada en 2021, aunque con más de dos décadas de trayectoria como contratista independiente, esta empresa familiar ourensana se ha convertido en un referente en la gestión de residuos no peligrosos. Su coordinador general, Alfonso Vázquez Sotelo, nos cuenta cómo han logrado consolidarse en el sector y cómo afrontan los retos del futuro.
Un crecimiento impulsado por la sostenibilidad
Reciclajes Vidal ha basado su estrategia en la circularidad, entendida como la capacidad de transformar residuos en nuevos recursos. "El reciclaje de residuos no peligrosos es una práctica que va mucho más allá del bienestar ambiental, ya que reduce la contaminación, protege los recursos naturales y disminuye los costes energéticos", explica Vázquez Sotelo. La empresa se encarga de recoger y procesar materiales como cartón, plástico y papel, permitiendo su reutilización en procesos productivos. "Por ejemplo, el papel que destruimos es enviado a las papeleras para fabricar nueva materia prima, asegurando que el residuo se convierte en un recurso", añade.
La transición sostenible no solo responde a una necesidad ambiental, sino también a una exigencia normativa. "Estamos en pleno proceso de adaptación a la Normativa Medioambiental, lo que nos ha llevado a renovar maquinaria para hacer más eficiente la gestión de residuos y reducir costes en su transformación", comenta. En este sentido, la colaboración con entidades financieras como BBVA ha sido clave para obtener la financiación necesaria y poder así modernizar sus instalaciones y ampliar su capacidad operativa.
Nuevas instalaciones y digitalización para afrontar el futuro
El crecimiento de Reciclajes Vidal ha hecho necesario un cambio estructural. "Estamos a la espera de construir una nueva nave para poder albergar toda la capacidad productiva que hemos alcanzado en los últimos cuatro años", explica Vázquez Sotelo. La empresa se ha visto obligada a optimizar sus procesos para responder a la creciente demanda de sus servicios, que se centran mayoritariamente en Ourense. "No es que no queramos expandirnos, pero los costes de transporte encarecen mucho nuestros servicios cuando trabajamos fuera de la provincia", reconoce.
La modernización no solo pasa por nuevas instalaciones, sino también por la digitalización. Uno de los principales retos que enfrentan actualmente es la obtención de la certificación del Esquema Nacional de Seguridad (ENS). "Desde el pasado 5 de mayo de 2024, todas las empresas que quieran gestionar servicios para la administración pública deben cumplir con el ENS. Esto garantiza que contamos con los protocolos y dispositivos de seguridad adecuados para proteger la información que manejamos", explica.
Obtener esta certificación no es tarea fácil. "Es un proceso costoso, pero necesario si queremos optar a contratos con la Administración Pública. Nuestro objetivo es gestionar la protección ambiental relacionada con la eliminación de documentación confidencial de Hacienda en Galicia, lo que implica no solo destruir papel, sino también dispositivos electrónicos como ordenadores, tablets o discos duros", detalla.
Un sector esencial en tiempos de crisis
La importancia de la gestión de residuos se hizo más evidente que nunca durante la pandemia de la COVID-19. "Nos afectó mucho, pero no en el sentido negativo. Fuimos esenciales en la gestión de residuos generados por los sectores sanitario y alimentario”, desde mascarillas y equipos de protección hasta envases de un solo uso. En un contexto de emergencia, la capacidad de adaptación de Reciclajes Vidal fue clave para seguir operando y asegurar que los residuos fueran tratados de forma adecuada.
El día a día en el sector del reciclaje está lleno de retos logísticos. "Muchas empresas no son conscientes de que la gestión de residuos es fundamental para su propia operativa. Si una fábrica genera grandes cantidades de cartón y plástico, necesita espacio para almacenarlo. Si nosotros no retiramos esos residuos, la empresa no puede seguir produciendo porque se queda sin espacio", explica.
Hacia un futuro más verde y eficiente
El compromiso de Reciclajes Vidal con la sostenibilidad y la innovación es claro. "Queremos seguir evolucionando, adaptándonos a los cambios normativos y apostando por la digitalización para ser más eficientes y competitivos", afirma Vázquez Sotelo. La colaboración con entidades bancarias como BBVA ha sido clave para avanzar en esta dirección, permitiendo la renovación de maquinaria y la futura ampliación de sus instalaciones.
La gestión de residuos no peligrosos es un pilar fundamental en la transición hacia una economía circular. "Reciclar beneficia a todos: reduce la contaminación, optimiza el uso de los recursos y genera ahorro energético. Estamos convencidos de que el futuro pasa por mejorar nuestros procesos y ofrecer soluciones más sostenibles", concluye Vázquez Sotelo.
Reciclajes Vidal es un ejemplo de cómo las empresas pueden evolucionar para adaptarse a los desafíos del futuro, apostando por la innovación, la digitalización y la sostenibilidad. Su historia demuestra que la combinación de tradición familiar y visión de futuro es la clave para construir un negocio sólido y responsable con el medio ambiente.