Begoña Cid: «Para prevenir el cáncer de cérvix, citologías periódicas a partir de los 25 años»


La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) y el cribado con pruebas de VPH a partir de los 35 años son los otros dos pilares preventivos
El cáncer de cérvix, también conocido como cáncer de cuello uterino, es uno de los tumores ginecológicos más frecuentes.
En España, en 2020, había cerca de 40.000 mujeres con cáncer de cérvix, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). En 2024, se diagnosticarán más de 2.200 nuevos casos.
Este cáncer es prevenible si se detecta a tiempo. Por eso es fundamental participar en los programas de cribado, recomienda la doctora Begoña Cid, especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital San Rafael de A Coruña.

Doctora, ¿qué es el cáncer de cérvix y cómo se puede prevenir?
El cáncer de cérvix se origina por una proliferación anómala en las células del cuello del útero que, si no se destruyen, pueden volverse cancerosas. Suele estar relacionado con la infección persistente por ciertos tipos de virus del papiloma humano (VPH) que se transmiten por contacto sexual.
Este tipo de cáncer se puede prevenir si se participa en los programas de cribado, ya sea con citología, citología y VPH, o sólo VPH. Se aconseja realizar citología periódica a partir de los 25 años, repitiendo la prueba cada 3 años. La prueba del VPH se realiza a partir de los 35 años, con una periodicidad de 5 años.
En Galicia, el programa de cribado se basa en la detección del VPH mediante una sencilla toma que puede ser realizada por la mujer o si se prefiere, en la consulta con la matrona. Gracias a este cribado, se pueden detectar y tratar lesiones premalignas, que son asintomáticas, y evitar la progresión a cáncer.
El otro pilar de prevención es la vacuna contra el VPH. Se recomienda en niñas y niños de 9 a 14 años, pero también es aconsejable en adultos, aunque hubieran tenido ya contacto con virus del papiloma, porque estimula al sistema inmune para eliminarlo.
¿Un positivo en VPH significa desarrollar cáncer de cérvix?
No. Presentar infección por el VPH no implica que se vaya a padecer un cáncer. En la mayor parte de las ocasiones, las infecciones son transitorias y el propio organismo las elimina al cabo de 2 años.
Tampoco hay forma de saber cuándo se infectó o quien lo transmitió, ya que la infección se ha podido producir muchos años antes de que sea detectada por las técnicas de las que disponemos actualmente. Por lo tanto, tener el VPH no implica que la mujer o su pareja tengan una relación sexual con otra persona.
¿Qué consecuencias tiene el cáncer de cérvix para las mujeres que lo padecen?
Los síntomas físicos incluyen sangrado vaginal anómalo, en ocasiones durante las relaciones sexuales, entre períodos menstruales o después de la menopausia, dolor pélvico, así como flujo vaginal acuoso y con sangre que puede ser abundante y con mal olor. Ante cualquiera de estos síntomas, se debe consultar con el especialista.
A nivel psicológico, pueden darse cuadros de ansiedad y depresión con el diagnóstico y problemas de autoimagen con los cambios físicos y los tratamientos. También puede disminuir la libido y algunos tratamientos pueden impedir tener hijos. Es importante que las mujeres jóvenes hablen con los médicos sobre su deseo genésico.
¿Qué tratamientos se están utilizando en cáncer de cérvix?
La cirugía, la quimioterapia y/o la radioterapia se emplean en el tratamiento del cáncer de cérvix. También disponemos de terapia dirigida a inhibir la formación de nuevos vasos que alimenten el tumor. La introducción de fármacos inmunoterápicos en ensayos clínicos para tumores avanzados está obteniendo unos resultados muy prometedores.

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